Por Gerardo Cuéllar.
El partido de vuelta de los Cuartos de Final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou de Barcelona fue muy diferente al celebrado hace una semana en en el Santiago Bernabeu de Madrid, aún cuando los equipos sobre el terreno de juego vestían de la misma forma en ambos encuentros.
Dani Alves marcó el segundo gol del FC Barcelona al Real Madrid en un primer tiempo dominado por los merengues. Foto: Especial |
El clásico español entre dos de los equipos que pueden ser marcados entre los mejores de la historia nos regaló otro de esos partidos que dificilmente los aficionados al futbol podrán olvidar, dejando en todos la impresión de que el Real Madrid de José Mourinho es capáz de jugarle de tú a tú al FC Barcelona de Josep Guardiola.
El partido disputado entre merengues y culés tuvo emociones desde el primer minuto de juego gracias a un Madrid que saltó al campo en territorio blaugrana con la misión de conseguir la hazaña de darle vuelta al marcador de la ida y llegar a las Semifinales de la Copa del Rey. El Madrid de los primeros minutos lució como el mejor Madrid de la 'Era Mourinho' y generó varias oportunidades de gol ante la portería defendida por Jose Manuel Pinto, quien como se ha hecho costumbre es el guardameta de Guardiola para la competición copera.
Real Madrid dominó los primeros minutos del partido presionando al FC Barcelona desde la salida y mostrándose imponente, tal como suele hacerlo con los demás rivales pero como no lo había hecho en mucho tiempo ante los catalanes. Si quisiéramos hablar de justicia, es indudable que tendríamos que decir que el Madrid de los primeros 45 minutos, en razón de las 5 opciones claras de gol merecía mucho más que irse al descanso con el marcador en contra.
Lamentablemente para la causa merengue, al Barça no basta con meterlo por momentos atrás y generar opciones de gol en su contra, de poco sirve hacerlo si no se concreta en el marcador la superioridad que el Madrid mostró durante la primera media hora de juego ya que transcurrido ese tiempo, el equipo blaugrana volvió a ser el mismo que todos conocemos y tomó el control del balón para poco a a poco acercarse a la portería del hasta entonces tranquilo Iker Casillas.
El Barça hizo lo que Real Madrid no pudo hacer y al minuto 43 una gran jugada individual de Messi dejó a Pedro en solitario dentro del área para que firmara el 1-0 a favor del equipo culé. La frustración apareció de nuevo en los rostros de los jugadores de Madrid y no era para menos porque hasta ese instante el equipo merengue había sido más que el FC Barcelona.
Cristiano Ronaldo y Lionel Messi fueron importantes para su equipo en el desarrollo del encuentro. / Foto: Especial |
Por si el haberse ido abajo en el marcador no hubiera sido suficiente, una jugada a balón parado generó el 2-0 todavía en el primer tiempo gracias a un rebote que cayó en los pies de Dani Alves que la prendió de primera y la puso en donde ningún portero del mundo podría haberla sacado. Con el 2-0 al descanso, el Barça parecía haber terminado de enterrar cualquier esperanza merengue de conseguir la hombrada dejando la impresión de que era más que su rival aún cuando había sido menos en el primer lapso.
Cuando comenzó la segunda mitad suponíamos que nos esperaban 45 minutos de trámite toda vez que el global indicaba 4-1 a favor del FC Barcelona, situación que obligaba al Real Madrid a anotar 3 goles para empatar el marcador global y conseguir el pase a Semifinales. Los merengues salieron de nueva cuenta con todo aunque esta vez lo hicieron ante el FC Barcelona que estamos acostumbrados a ver, lo que derivó en un segundo tiempo bastante parejo y con opciones en los dos marcos.
Fue hasta el minuto 67 que Cristiano Ronaldo levantó la mano por el Real Madrid y acercó al equipo de Mourinho en el marcador, y 4 minutos después ocurrió lo impensado: una mala salida de Gerard Piqué le permitió a Karim Benzema entrar al área y tras quitarse a Carles Puyol definir para empatar el partido, con lo cual los merengues estaban a solo un gol de la hazaña que en el descanso se veía muy lejana.
Sergio Ramos se fue expulsado en una noche en la que los reclamos al árbitro fueron constantes. / Foto: Especial |
El resto del partido nos regaló acción en las dos porterías y si bien el FC Barcelona se vió más cerca de la tercera anotación, el nervio se podía respirar en el Camp Nou. Si hablamos en general del partido podemos decir que fue un clásico en toda la extensión de la palabra; con un buen par de goles, con algun conato de bronca derivado de una falta de Lars Diarra que parecía merecer su segunda tarjeta amarilla, con un jugador lesionado (Iniesta), con varias tarjetas amarillas y con un jugador expulsado (Sergio Ramos). Fue un partido con altas dosis de emoción y de tensión en las tribunas, con patadas y grandes jugadas, un partidazo en el que a final de cuentas el Madrid que mas cara le ha plantado al Barça terminó quedándose cerca de la hazaña.
Futbolísticamente hablando, el Real Madrid mostró su mejor rostro ante el FC Barcelona, sin embargo los constantes reclamos al árbitro y la actitud de Pepe al aplaudirle al término del partido son lamentables. De igual forma sus quejas posteriores al encuentro en torno al trabajo de Teixeira Vitienes quien anuló de manera correcta el gol de Sergio Ramos en una acción en la que éste derribó con un jalón a Dani Alves para poder rematar en solitario al comienzo del segundo tiempo. Tristemente después de un gran partido, algunos jugadores merengues denotaron que no saben perder aún cuando fueron mejores que el FC Barcelona que esperará seguramente al Valencia para la semifinal.
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