@albion2112
Este sábado 27 de septiembre se llevará a cabo UFC 178, una de las carteleras más esperadas del año y con una cartelera que, pese a haber perdido la pelea entre Jon Jones y Daniel Cormier, sigue siendo una de las más atractivas de los últimos tiempos, a grado tal que la pelea estelar, un combate por el campeonato peso mosca entre Demetrious Johnson y Chris Cariaso, es una de las que menos atención han generado.
Dominick Cruz es uno de los peleadores más dominantes en las artes marciales mixtas, y regresa en UFC 178. / Foto: Especial |
De hecho, sigue siendo raro referirse a Cruz como 'ex-campeón', pues hay que recordar que a la fecha nunca ha perdido una pelea de peso gallo, que viene de una racha de cinco defensas consecutivas exitosas de su campeonato, y que ha ganado sus últimas diez peleas, y que la única razón para que ya no ostente el título fue su larga convalecencia de casi tres años de duración.
Su ausencia por lesión es una de las más largas en la historia de UFC y muchas cosas han pasado desde la última vez que peleó en el Octágono. La división de peso gallo ha tenido ya a dos campeones diferentes ocupando el lugar que alguna vez fue suyo, y el último retador a quien enfrentó, Demetrious Johnson, es ahora el monarca de una división que no existía en aquel entonces, la de peso mosca. Tal vez la gran interrogante para su pelea del sábado sea si es que acaso él también ha cambiado. No hay forma de predecir cual será su desempeño una vez que se cierre la puerta de la jaula, pero es un hecho que hasta antes de su lesión Cruz era uno de los mejores peleadores libra por libra en el mundo.
Su marca profesional indica 19-1, con sólo sus dos últimas peleas realizadas dentro de UFC, y su nivel puede entenderse mejor al considerar que la única derrota que ha sufrido en su carrera se dio en marzo de 2007, cuando fue sometido por Urijah Faber y fracasó en su intento de conquistar el campeonato de peso pluma de WEC. Esa derrota ante Faber pudo vengarla exitosamente en julio de 2011, cuando ambos hicieron su debut en UFC, y donde Cruz defendió exitosamente el campeonato peso gallo de UFC, inexistente hasta entonces pero heredado de WEC una vez que ambas promociones se fusionaron.
No es la primera vez que un peleador reaparece tras una ausencia tan prolongada, pero pocas veces se ha dado una con tantas complicaciones de salud para un peleador. Una ruptura de ligamento fue atendida con una cirugía reconstructiva en que se usó tejido de un cadáver, pero el organismo de Cruz rechazó el injerto y fue necesaria una segunda operación. Una vez que ésta se dio de forma exitosa y cuando el entonces todavía campeón estaba listo para volver a la acción, sufrió un desgarre en la ingle, que lo forzó a dejar vacante el título a la espera de recuperarse. El plazo se ha cumplido y su campamento de entrenamiento se ha dado sin mayores contratiempos, por lo que este sábado hará su esperado regreso.
Un tercer enfrentamiento entre Cruz y Faber podría estar muy cerca de ser una realidad si Cruz gana este sábado. / Foto: UFC |
Desde hace un tiempo la promoción decidió que valía la pena tratar de generar interés para la parte final de cartelera a partir de las peleas preliminares, creando el extraño concepto de 'pelea estelar de la cartelera preliminar', tratando de cerrar la primera parte de su evento con una pelea atractiva, descripción que encaja a la perfección con la reaparición del ex-monarca de las 135 libras.
Takeya Mizugaki es un peleador complicado, pero no está cerca del nivel que Cruz tuviera hace unos años. Si el 'Dominator' muestra algunas señas de estar oxidado o fuera de ritmo, la pelea puede ser más cerrada de lo que el historial de ambos peleadores indica, pero me inclino a pensar que el rango de habilidades del ex-campeón está intacto, por lo que una actuación al 70 u 80% de su capacidad debiera bastar para llevarse la victoria. De conseguirla, es muy probable que esté a sólo una o dos peleas más de recibir la oportunidad de recuperar su cinturón, el mismo que perdió lejos del Octágono.
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