Las finales de Conferencia de la NBA se encuentran prácticamente a la mitad del camino y lo visto en los siete encuentros disputados hasta ahora nos permite ir vislumbrando como podrían resolverse las series que habrán de revelar a los equipos que se disputarán el campeonato de la NBA en esta temporada 2010-2011.
Pareciera ser que el desenlace de ambas series se puede resumir preguntándonos el alcance de cada una de las defensivas involucradas. ¿Pueden los Mavericks detener o al menos minimizar a la dupla Durant/Westbrook? ¿Existe en Oklahoma una fórmula para contener a Dirk Nowitzki? ¿Es Miami lo suficientemente rápido y agresivo a la defensiva como para controlar a Derrick Rose? ¿Puede Chicago y su defensiva Número 1 detener al monstruo de tres cabezas del Heat? En diferente medida parece ser que todas estas interrogantes pueden responderse de manera afirmativa, excepto quizás la última.
Dirk Nowitzki está jugando como si no hubiese mañana, y tiene a los Mavs a un paso de las Finales. / Foto: Especial |
Russell Westbrook tuvo una actuación memorable en el juego 2 y a base de velocidad y fuerza se convirtió en la clave para permitir que el Thunder emparejara la serie y anulara, al menos temporalmente, la ventaja de casa de los Mavs.
Pero el gusto les duraría poco. Otra gran exhibición defensiva de Dallas los llevó a ganar el primero de la serie en casa del Thunder, aún a pesar de una muy discreta -de hecho casi mediocre- noche de Dirk Nowitzki. Finalmente, la noche de este lunes, pareciera que los pupilos de Rick Carlisle sentenciaron definitivamente la serie al venir de atrás para ganar en tiempo extra un partido en el que nunca, en los 48 minutos del tiempo regular, estuvieron arriba en el marcador. Nowitzki tuvo una buena primera mitad y un cuarto cuarto sensacional, Shawn Marion y Jason Kidd se vieron imponentes en la defensa, y las jóvenes estrellas del Thunder no tuvieron respuesta. El golpe anímico de esta derrota será fortísimo para este poco experimentado plantel, así que no descarto que este miércoles los Mavericks puedan completar la faena y empezar a preparar la serie final contra quien resulte vencedor en el Este.
En la final del Este debo confesar que me he llevado una gran sorpresa, sobre todo después de ver la forma en que Chicago dominó el último cuarto del primer juego de la serie. En mi texto anterior comenté que la diferencia en la serie sería la labor de equipo y la aportación de la banca, además de resaltar la importancia de jugar una buena defensa. Esas fueron las claves para que los Toros sacaran esa importante victoria y yo anticipaba más de lo mismo.
Pero parece ser que el coach Spoelstra estaba tomando notas y pudo transformar en un par de días a sus jugadores en un equipo de verdad, que en los juegos dos y tres ha mostrado la clase de basquetbol que todos anticipábamos ver desde el principio de la temporada en Miami y ha conseguido propinar a Chicago dos derrotas de manera consecutiva, algo que no ocurría a los Toros desde febrero pasado..
Derrick Rose fue el MVP de la temporada, pero necesita apoyo a la ofensiva si Chicago piensa mantener sus aspiraciones en busca de un campeonato. / Foto: Especial |
Los Toros tienen una defensiva muy sólida, pero no lo suficiente como para nulificar por completo al tridente de estrellas de Miami. Pueden controlar o minimizar a uno o dos de ellos, pero ante la falta de producción ofensiva eso no es suficiente.
El Heat está atacando con velocidad y fuerza y gracias a la labor de sacrificio que están haciendo tanto Dwayne Wade como Lebron James, desprendiéndose del balón y buscando la mejor opción de tiro, están consiguiendo los puntos suficientes para superar a su rival. Seguramente el Coach Thibodeau buscará realizar ajustes para crearle espacios a Derrick Rose, pero no sé si eso será suficiente. Sabemos lo que la defensiva de Chicago puede hacer, pues incluso ahora no han permitido a Miami llegar a los 100 puntos en un solo juego, siendo los 96 del domingo la puntuación más alta que han permitido.
El problema es que, en una serie que está siendo dominada por las defensivas, cada punto cuenta, y Chicago no tiene muchas opciones para producirlos. Rose es su única arma constante, pues no cuenta con ningún otro jugador capaz de anotar consistentemente partido a partido. Imagino que buscarán alterar su ritmo ofensivo y tratarán de conseguir disparos rápidos desde el perímetro, pero esa es un arma de dos filos. El juego de esta noche será clave. Si Chicago logra recuperarse y empatar la serie, nos esperarán tres juegos más de altísimo nivel, con dos equipos hambrientos de triunfo y jugándose el todo por el todo sin importar de quien sea la arena en donde estén jugando. Pero si no hacen más que confirmar la carencia de otra pieza ofensiva, el golpe psicológico será muy fuerte y la serie podría acabarse el próximo jueves. Sea como sea, creo que esta noche nos espera un gran partido.
Encuentro interesante que al tiempo que celebran el vigésimo aniversario del primer campeonato de la franquicia, los Toros estén en una situación similar a la que tenían un par de años antes de aquel título: Tienen a una superestrella lista para alcanzar lo más alto y la están empezando a rodear de talento. Pero todavía les hace falta encontrar al jugador que se convierta en su mancuerna a la ofensiva, que pueda sacarle presión y compartir la carga en los momentos cruciales. No dudo que Chicago está conformando un equipo que habrá de ganar campeonatos, pero me queda la impresión de que todavía no es su momento. En caso de que me prueben equivocado y puedan hallar el camino para ganar la serie, creo que estaríamos presenciando el principio de una nueva dinastía. Habrá que esperar.
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