NFL - Diez para Anotar: La liga dice 'no' a las máscaras personalizadas

Por Alberto Calvo.
@albion2112

Hay ocasiones en que es difícil no pensar que la NFL tiene severos problemas en el manejo de sus políticas, y su búsqueda de mantener una imagen 'seria' parece completamente fuera de lugar considerando que además de un deporte de competencia, el futbol americano profesional es también una fuente de entretenimiento.

Robert Mathis no podrá utilizar su máscara personalizada, pues
la NFL sólo las permite por cuestiones médicas. / Foto: Especial

El más reciente despliegue de políticas restrictivas de la NFL, que parece estarse ganando a pulso el mote de 'No Fun League' se dio hace unos días, cuando la liga anunció que no permitirá el uso de máscaras personalizadas en los cascos de los jugadores, pues éstas serán consideradas como 'máscaras personalizadas prohibidas por no cumplir con los estándares'. Darnell Docket, de los Cardenales, Robert Mathis, de los Potros, y Demarcus Ware, de los Vaqueros, son algunos de los jugadores que tendrán que dejar de usar los modelos que habían mostrado en los entrenamientos.

Brian McCarthy, vocero de la liga, fue el encargado de difundir la política de la liga respecto a las máscaras personalizadas, explicando que la única razón para permitir a un jugador el uso de una máscara especial es que sea por requerimientos médicos, y citó los ejemplos de Chris Canty, de los Cuervos de Baltimore, y Justin Tuck, de los gigantes de Nueva York, quienes presentaron la solicitud de excepción médica para usar sus máscaras especiales, y en ambos casos recibieron la aprobación de la NFL.

Canty sufrió una lesión en el 2005, un desprendimiento de retina causado por un piquete de ojos, y esa es la razón para utilizar una máscara y visor que cubren por completo su rostro, mientras que Justin Tuck se está recuperando de una lesión en el cuello, y para él es importante que sus oponentes no puedan sujetar su casco desde el interior, pues considera que esto puede prevenir algún jalón peligroso para su cabeza. Por ahora, Canty y Tuck son los únicos jugadores que han presentado una solicitud médica para usar una máscara especial, y no se anticipa que alguien más lo haga.

Las máscaras de Tuck (centro) y Mathis (derecha) son similares.
Tuck tiene permiso de la NFL para usar la suya. / Foto: Especial

Robert Mathis se mostró decepcionado de la determinación de la liga, pero aceptó la decisión, incluso solicitando a través de Twitter sugerencias de máscaras que conformen con la disposición de la liga de cuatro barras horizontales y tres verticales, pero no se sabe si intentará jugar con zlgún diseño personalizado o no. Personalmente creo que la postura de ambas partes es demasiado extrema, pues sólo lo ven en blanco y negro. La liga quiere un estándar, y los jugadores desean poder mostrar algo de individualidad en un deporte de conjunto.

Quizás la solución sería que hubiese un reglamento respecto a las características que una máscara puede o debe tener, pero podría hacerse y dar cierta libertad con el diseño de la misma. Un ejemplo de como puede funcionar esto lo podemos hallar en el hockey, donde los porteros suelen presentar diseños originales en sus máscaras protectoras, y lo hacen dentro de los parámetros establecidos por la NHL. Creo que la NFL podría tomar una postura similar, y ofrecer mínimos y máximos de barras, o establecer reglas respecto a la distancia entre éstas, sin por ello restringir el diseño de las mismas.

El futbol americano profesional es un deporte muy popular alrededor del mundo, pero se corre el riesgo de volverlo algo demasiado serio y formal si la NFL no encuentra un balance que le permita mantener felices a los jugadores, entretenida a la audiencia, y seria y competitiva la liga. Las prohibiciones en las celebraciones han sido duramente criticadas en los últimos años, y sin duda el tema de las máscaras será visto por muchos aficionados como otro ejemplo de la 'tiranía' de la No Fun League.

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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.