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UFC: Jones se consolida y McDonald deslumbra

Por Alberto Calvo.

La sequía de eventos estelares de artes marciales mixtas de la UFC llegó a su fin, y el sábado pudimos disfrutar de otra gran función donde destacan, entre otras cosas, los triunfos de Jon Jones, Rory McDonald y Ben Rothwell.

Jones se mostró más cauto que de costumbre, pero mostró
solvencia para dominar y salir victorioso. / Foto: UFC.com
La pelea estelar de la noche resultó, hasta cierto punto, decepcionante. Después de todo lo que se habló, de la historia de traición que Rashad contó, de tanta atención mediática que se generó al ver a dos peleadores que eran amigos y entrenaban juntos disputando un campeonato del mundo dentro del octágono, esperábamos mucho más, sobre todo en términos de espectáculo.

Habría que señalar la madurez que ha mostrado como peleador Jon Jones. Su carrera ha tenido un ascenso meteórico, pues hace un año era una estrella en ascenso, quien de repente se encontró con la oportunidad de pelear por un campeonato y la aprovechó. No solo derrotó convincentemente a una leyenda del deporte, como es Shogun Rua, sino que en los últimos siete meses ha defendido su título ante tres ex-campeones, representantes de lo mejor de los semicompletos en las artes marciales mixtas del mundo.

Sabiendo que Rashad era un rival de cuidado, no solo por su alto nivel competitivo, si no por sus antecedentes compartidos y porque era tal vez el peleador más familiarizado con sus tendencias, fortalezas y/o debilidades, Jones hizo una pelea relativamente conservadora. Al menos, claro, para lo que nos tiene acostumbrados, porque de cualquier manera fue quien propuso el ritmo del combate y se mantuvo siempre a la ofensiva.

Quien si decepcionó fue Rashad, pues independientemente de que nunca pudo hallar ni el ritmo ni la distancia para poner en aprietos al campeón, pareció conformarse con la idea de sobrevivir el combate hasta la última chicharra. Durante el primer asalto hubo un par de momentos en que parecía que pensaba pelear de tu a tu, pero fue solo algo pasajero. Lo que cuesta trabajo entender es que llegase al último round y ni siquiera ahí decidiese jugarse el todo por el todo.

¿Qué diferencia hay entre perder por decisión? una derrota es una derrota, pero deja al espectador con la impresión de que le faltó hambre de triunfo. No conquistó el campeonato, no solo porque no pudo superar a Jones, si no que diera la impresión de que halló tan difícil la tarea que prefirió no intentarla.

Rory MacDonald demostró que está listo para enfrentarse
 a la elite de los welter del UFC. / Foto: UFC.com
Quien si dio una gran exhibición fue Rory MacDonald. El joven canadiense enfrentó a Che Mills, un peleador británico que se esperaba representase una complicada prueba para él, pero la forma en que lo demolió fue impresionante. Mills empezó el combate con inteligencia, tratando de minar a MacDonald con patadas en las piernas mientras intentaba hallar la distancia ideal para buscar sus combinaciones. MacDonald contrarrestó y rápidamente llevó a Mills al piso, donde hizo gala de su dominio del Jiu Jitsu y su poderoso ground & pound.

El segundo round fue más de lo mismo. MacDonald derribó rápidamente a Mills, quien infructuosamente buscaba una oportunidad para escapar. Cada vez que el británico defendía un intento de sumisión, McDonald cambiaba de posición y seguía castigándolo entre intentos de sumisión. Crucifijo, media guardia, montada, espalda, no importaba la posición, el joven canadiense seguía demoliendo poco a poco a su rival hasta que pasados los dos minutos y medio del segundo round el referi detuvo el combate.

MacDonald se perfila ya como una de las figuras importantes en la división welter, donde todavía es campeón su amigo y mentor, Georges St. Pierre. Sin duda pronto veremos a este joven enfrentando a la elite de la división, y quien sabe lo que suceda si llega a convertirse en el retador número 1. ¿Pelearía contra St. Pierre? Solo el tiempo lo dirá.

Antes de esas dos peleas tuvimos oportunidad de presenciar un relampagueante enfrentamiento entre Brendan Schaub y Ben Rothwell. Schaub parecía haber encontrado pronto el camino y tras un par de buenos contactos sobre la cabeza de Rothwell se lanzó sobre él como si no hubiese mañana. Rothwell pudo mantener el balence y retrocedió tirando golpes, lo que fue una buena estrategia, pues antes de quedar de espaldas a la reja una combinación encontró paso hasta la cabeza de Schaub y lo conectó con un poderoso upper cut a la mandíbula, enviándolo al suelo, a donde lo siguió para seguirlo castigando, aunque de manera innecesaria, pues Schaub ya iba noqueado al pegar contra la lona. Un minuto y diez segundos fue lo que le tomó apagarle las luces.

Del resto de la velada destacaría el grran combate que dieron Mark Hominick y Eddie Yagin, quienes dieron muestra de pundonor y valentía en la que sin duda fue la pelea más sangrienta de la noche, y en la que Yagin se llevó la victoria por decisión dividida. No fue una buena velada para los mexicanos, pues Efraín Escudero tuvo otra gris actuación para perder por decisión unánime en lo que puede haber sido su última oportunidad para reposicionarse en la UFC, en tanto que el mexico-estadounidense Miguel Angel Torres fue víctima de un contundente knockout a manos de Michael McDonald en el primer round.

El próximo evento de pago por evento, el UFC 146, tendrá lugar dentro de un mes en Las Vegas Nevada, donde Junior Dos Santos defenderá por primera vez su campeonato de peso completo ante Frank Mir, pero eso ya será tema de otra ocasión.
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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.
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