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NBA: Arrancan las Finales de Conferencia

Por Alberto Calvo.

Ayer domingo dio inicio la serie final por el Campeonato de la Conferencia Este de la NBA. Los Miami Heat visitaron el United Center para enfrentar a los Toros de Chicago en el primer juego de una serie a ganar cuatro de siete encuentros, en tanto que más temprano el Thunder de Oklahoma City completó la faena y derrotó categóricamente a los Grizzlies de Memphis para obtener su pase a la final del Oeste, donde a partir de mañana se medirán a los Mavericks de Dallas.

Derrick Rose y Yoakim Noah son los líderes de los Toros
dentro y fuera de la duela. / Foto: Especial
El primer juego entre Miami y Chicago me dio la razón sobre la sobredependencia del Heat hacia su tercio de superestrellas. Hay una estadística que prueba el valor de ese tridente ofensivo, y que a la vez señala a la carencia de profundidad del equipo. Cuando Dwayne Wade, Lebron James y Chris Bosh se combinan para producir más de setenta puntos en un partido, el Heat está invicto. Lamentablemente para ellos, la defensiva número uno de la NBA halló el modo de minimizar no a uno, si no a dos de estos grandes jugadores, quienes se combinaron para 63 puntos y 18 rebotes, de los cuales 30 y 9 fueron fruto del esfuerzo de Chris Bosh.

La primera mitad fue bastante pareja y el partido se fue al medio tiempo con marcador de 48-48. Para la segunda mitad pudimos apreciar por qué Tom Thibodeau ganó el premio como coach del año, pues los ajustes realizados en el entretiempo se manifestaron en la duela, donde los Toros fueron construyendo poco a poco una ventaja que jamás perdieron, finalizando el juego con una categórica victoria con marcador de 103-82. No debiera sorprender a nadie que la defensiva de Chicago, la mejor durante la temporada regular, haya conseguido limitar a 82 puntos al explosivo ataque de Miami, pero lo que es de llamar la atención es la aparente facilidad con que anotaron más de 100 puntos a la segunda mejor defensiva de la liga.

La clave para el triunfo estuvo fundamentalmente en dos aspectos del juego: rebotes, y rotación de personal. Los Toros consiguieron un total de 45 rebotes, de los cuales 19 fueron a la ofensiva, en tanto que Miami solo un total de 33, con solo 6 ofensivos. Sobra decir que los puntos acumulados en esas segundas oportunidades fueron cruciales para abrir la ventaja de los de casa. En cuanto a la gente de la banca, los suplentes de Chicago se combinaron para lograr 28 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias, en tanto que la banca de Miami produjo solamente 15 puntos, 7 rebotes y 0 asistencias.

Providencialmente para Miami, la grabación de un programa de televisión en el United Center les proporcionará 24 horas adicionales para intentar hacer algunos ajustes de cara al segundo juego de la serie, mismo que se celebrará hasta el miércoles en vez de mañana martes, como hubiese sido lo normal. La mala noticia para el coach Spoelstra es que cualquier ajuste se verá limitado por el personal con que cuenta, y aún cuando seguramente puede poner a su trío estelar a trabajar con más ímpetu en la defensa, no veo de que modo pueda intentar revertir o limitar el dominio en los tableros que encabezaron Joakim Noah y Carlos Boozer.

Imagino que la serie se pondrá más intensa, sobre todo en el aspecto físico, aunque eso tampoco garantiza que Miami pueda hacer las cosas más parejas. Miami tiene más estrellas y talento en la duela, pero Chicago es más equipo y cuenta con quien quizás sea actualmente el mejor entrenador en toda la NBA. A no ser que se de una auténtica sorpresa, anticipo que los Toros se llevarán la serie en cinco juegos, o seis en el peor de los casos.

Jason Kidd, Dirk Nowitzki y Jason Terry
saben que puede ser su última oportunidad
de ser campeones. / Foto: Especial
Mientras tanto, en el Oeste, los Mavericks de Dallas parecen ser el equipo dispuesto a llevarme la contra en relación al cambio de estafeta generacional. Eso, o bien podemos considerarlos como la excepción que hace la regla. Luego de una peleada serie contra los Blazers de Portland, los Mavericks dieron cátedra de lo que es un equipo capaz de adaptar su estilo a cualquier situación. Durante la temporada regular les critiqué lo que me parecía un pobre trabajo defensivo, y en los playoffs ese ha sido uno de sus argumentos más fuertes no solo para estar en la final de Conferencia, si no también para considerarlos favoritos. La clave de la extraordinaria victoria que obtuvieron sobre los Lakers en la ronda anterior fue precisamente su desempeño a la defensiva, aún a pesar de que todos los analistas coincidían en que Dallas no tenía el personal como para resistir los embates de los Lakers en la pintura. Y es que al ver la plantilla de los Lakers -Kobe Bryant, Pau Gasol, Lamar Odom y Andre Bynum- uno se hubiese imaginado que su juego interior sería demasiado para un veterano y poco físico equipo de Dallas.

Basado en lo visto en esa serie, me inclino a pensar que los Mavericks parten como favoritos para derrotar al joven equipo de Oklahoma. La combinación que logra el equipo entre la experiencia y veteranía de su entrenador y estrellas con la entrega y concentración que han mostrado en la duela será un interesante contrapunto ante el ímpetu y juventud del Thunder, equipo que depende en mucho de lo que puedan hacer ofensivamente Russell Westbrook y Kevin Durant. Si Dallas puede mantener el nivel mostrado ante los Lakers, no me cabe ninguna duda de que les tomará seis partidos despachar a Oklahoma para llegar a las Finales de la NBA en lo que puede ser el último llamado para este veterano equipo.

Y no se trata de menospreciar al Thunder, pues sin duda se trata de un conjunto que ha alcanzado esta final con todo merecimiento. Se trata de un conjunto muy joven y en cual juega una de las duplas más peligrosas de toda la NBA. Sin embargo, se trata de apenas la segunda vez que esta franquicia alcanza los playoffs desde que se mudara de Seattle a Oklahoma City, y esa falta de experiencia puede resultar determinante en juegos de tanta presión como resultan las finales de conferencia. Hemos visto que por momentos Durant entra en periodos de letargo, en tanto que westbrook a veces abusa del esfuerzo personal. Sin duda esto es algo que los Mavericks han estdo analizando en la última semana y buscarán el modo de utilizarlo a su favor.

Como quiera que sea, nos esperan dos grandes series en las que se enfrentan cuatro grandes equipos. ¿Quienes ganarán el derecho a disputar el trofeo Larry O'Brien que los acredite como campeones de la NBA? A mi parecer serán Toros y Mavericks, pero no me queda duda de que será emocionante comprobar si ese es el caso o se presenta alguna sorpresa. Estaremos al pendiente.
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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.
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