@albion2112
Uno de los dramas más conocidos en la historia de la NFL es el que ha rodeado a los Raiders por más de tres décadas gracias a la situación de su estadio, mismo que provocó que el equipo se mudase de Oakland a Los Angeles entre 1982 y 1994. Ahora, parece ser que están considerando volver a mudarse ahí.
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La relación entre los Raiders y el Coliseo de Oakland data de 1966 pero no hay que descartar que pueda terminar. / Foto: Especial |
Davis quiso mudar al equipo aun contra los deseos de la liga, pero una acción legal se lo impidió. El Coliseo de Los Angeles había interpuesto una demanda antimonopolio en contra de la NFL luego de que la liga aprobara la mudanza de los Carneros fuera de la ciudad, y los Raiders se sumaron a ésta, además de iniciar una demanda propia. En 1982 una corte falló a su favor, y el equipo pudo mudarse. Sin embargo, las mejoras al estadio que le fueron prometidas a Davis tampoco se realizaron, y desde 1986 comenzó a buscar alternativas para mudarse nuevamente.
El Coliseo de Los Angeles era un estadio demasiado viejo, demasiado grande (con capacidad para noventa y cinco mil asistentes), y tenían que compartirlo con los Troyanos de la Universidad del Sur de California. Además, la NFL consideraba el vecindario en que se encontraba como demasiado inseguro, por lo que nunca autorizó la realización de juegos en horario nocturno en ese estadio. En 1988 los Raiders jugaron un partido de pretemporada en el Coliseo de Oakland y comenzaron los rumores acerca del posible regreso del equipo a aquella ciudad.
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Mark Davis, propietario de los Raiders, dice querer quedarse en Oakland, pero no descarta una nueva mudanza. / Foto: Especial |
En buena medida los rumores han sido favorecidos por la decisión de Mark Davis, hijo de Al y actual propietario del equipo, de buscar poner un poco de presión pública a la ciudad. El trato que tenía el equipo para seguir arrendando el Coliseo expiró con la temporada 2013, pero a la espera de lograr un trato a largo plazo o alcanzar un acuerdo para un nuevo estadio, ya sea en Oakland o en alguna otra ciudad, se frimó una extensión de un año. Davis confía en que en los próximos meses las negociaciones serán favorables, pero el fin de semana decidió aplicar presión.
El propietario del equipo dijo que había estado pensando seriamente acerca de Los Angeles, aun a pesar de que no había considerado opciones ahí. Aparentemente considera que el equipo sería bien recibido en esa ciudad, que ya les abrió las puertas anteriormente. Sin embargo, se apresuró a asegurar que su prioridad es tratar de llegar a un acuerdo en Oakland, pues le gustaría permanecer en la ciudad. Lo más probable es que Davis quiera generar presión por parte del público para que el ayuntamiento les ofrezca un trato favorable lo más pronto posible.
Aun así, no habría que descartar la posibilidad de una nueva mudanza. Hay que recordar que la NFL está muy interesada en explotar el mercado que representa la ciudad de Los Angeles, y que incluso se ha especulado con mudar ahí a algún otro equipo, como los Jaguares de Jacksonville o los Vikingos de Minnesota. Imagino que si Oakland no hace una oferta suficientemente atractiva, los rumores de un regreso a Los Angeles por parte de los Raiders podrían adquirir sustancia, pero por ahora no son nada más que rumores.
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