@albion2112
La noche de este sábado, la MGM Grand Garden Arena será el escenario de UFC 167, cartelera que además celebra el vigésimo aniversario de la creación de la más importante promoción de artes marciales mixtas en el mundo, y en el cual puede redefinirse el panorama de la división welter de UFC.
Rory MacDonald es un peleador implacable y muy completo, y es visto por muchos como el sucesor natural de GSP. / Foto: Especial |
En la cartelera principal, además de la pelea estelar con el título en juego, habrá dos combates más, pero de características totalmente opuestas entre sí. Josh Koscheck, ex-retador al campeonato, ha perdido tres de sus últimos cinco combates, lo que es malo, pero peor aun, fue derrotado en sus dos últimas salidas al octágono, primero por decisión dividida con el actual retador, Johny Hendricks, y después por la vía del knockout ante Robbie Lawler, y podría estar peleando por su permanencia en UFC ante Tyron Woodley, compañero de entrenamiento del mencionado Lawler.
La cuarta y penúltima pelea de peso welter de la noche es tal vez la más intrigante, pues enfrenta a Rory MacDonald, clasificado número tres de acuerdo a los rankings oficiales de UFC, con Robbie Lawler, quien ocupa en décimo puesto en la misma clasificación. Rory viene de derrotar a Jeke Ellenberger, el clasificado número cuatro, por lo que llama la atención que no se le haya programado enfrentando a alguien más de entre los primeros cinco. Lawler viene de dos victorias consecutivas, pero ambas sobre peleadores no clasificados, Josh Koscheck y Bobby Voelker.
El resurgimiento de Robbie Lawler como noqueador lo ha llevado a ubicarse dentro del Top Ten de los welter de UFC. / Foto: Especial |
Pareciera que la pelea entre MacDonald y Lawler hubiese sido planeada como una prueba para ambos peleadores. El canadiense es, a sus 24 años, uno de los más prometedores prospectos de UFC, considerado como muchos como una versión joven y mejorada de Georges St-Pierre, pero se trata de un peleador cerebral y, dirán algunos, aburrido. Al igual que GSP, MacDonald cuenta con el apoyo de una de las mejores esquinas en las artes marciales mixtas, con Firas Zahabi como principal estratega, y tiende a pelear para nulificar las fortalezas de su rival.
En cambio Lawler es la clase de peleador que se gana la simpatía de la gente con su agresividad en el octágono. Esa misma característica fue la que lo hizo triunfar en el 2003 en UFC, y parece haberla reencontrado en su regreso a la promoción. Él es implacable y ataca sin temor, MacDonald es frío y calculador, minimiza los riesgos y explota las vulnerabilidades de su oponente. Pocas veces hemos visto duelos de estilos tan opuestos como los de estos dos peleadores, y ver quien de ellos encuentra la manera de imponerse resolverá muchas preguntas acerca de ambos.
MacDonald es el favorito y existe una razón para ello. No sólo se trata de las estrategias aparentemente perfectas que su esquina prepara, si no de contar con la diligencia y herramientas para ejecutarlas a la perfección. Su más reciente víctima en el octágono, Jake Ellenberger, también es un peleador de gran pegada que parecía estar enrachado y encarrerado hacia una oportunidad para disputar el título, y Rory lo detuvo de una manera poco espectacular pero innegablemente efectiva. No hay razón para pensar que no hará lo mismo con Lawler.
Si Rory gana, y suponiendo que St-Pierre también lo haga y no termine la noche con algún anuncio sorpresa, como que se retira o que mudará de división, tendremos otra vez de manera prominente la pregunta que tanto se le hace a Rory acerca de su futuro: ¿enfrentará a su mentor y amigo? Dana White dice que sí, que ambos se enfrentarán, pero los dos estelares canadienses lo siguen negando en toda oportunidad. Tal vez el sábado finalmente las cosas, o la situación, cambien.
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