@albion2112
Han pasado algunos días desde que se filtró la noticia del cierre y desaparición de Strikeforce, y aún cuando todavía no ha habido confirmación alguna ni de parte de la cabeza de Strikeforce ni de Dana White o alguien más en Zuffa, resulta significativo que nadie haya salido tampoco a desmentirlo.
Ronda Rousey ha tenido un paso arrollador por las filas de Strikeforce, y sería una sensación en UFC. / Foto: Especial |
Hace un par de años que el presidente de UFC declaró que no esperaba que algún día hubiese mujeres peleando dentro del octágono de la empresa de artes marciales mixtas más importante del mundo.
Aunque cabe aclarar que esa declaración se dio antes de que Ronda Rousey apareciera en escena. A Rousey le tomo unos cuantos meses escalar posiciones hasta alcanzar el campeonato femenil de peso gallo de Strikeforce, y rápidamente se convirtió en el rostro de la promoción, alcanzando un nivel de popularidad y atención mediática que ni siquiera los más reconocidos peleadores de UFC alcanzan.
Cris Cyborg aún cumple una suspensión, pero su futuro es incierto. / Foto: Especial |
Creo que esa es la clase de decisiones de Dana White que pueden considerarse como peligrosamente cerca de ser descabelladas. Llevar a Ronda Rousey a UFC es algo totalmente lógico y hasta esperado, pero enfrentarla con Cyborg... No tanto. La brasileña se encuentra actualmente cumpliendo con una suspensión por uso de sustancias prohibidas, así que tal vez ponerla de inmediato en un evento de tan alto perfil sea enviar el mensaje equivocado.
Por otro lado, hay que recordar que Cyborg tiene un historial de problemas con la báscula, y eso era para dar las 145 libras. Todo apunta a que UFC sólo tendría mujeres en peso gallo, es decir, con límite en las 135 libras. Un cardiólogo a indicado a Cyborg que médicamente no le conviene bajar tanto de peso, así que la superpelea que White buscaba puede haber muerto antes de nacer.
Habrá que esperar hasta que se den anuncios ofociales, pues mientras eso no ocurra todo serán especulaciones. Sólo nos resta esperar que una vez que ocurra la fusión, UFC sepa manejar con tacto su división femenil y, sobre todo, que busque enriquecer sus filas con nuevas y jóvenes peleadoras y no se conforme con explotar a las pocas peleadoras que gozan de cierta fama y popularidad.
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