Ayer por la mañana el comisionado Roger Goodell informó acerca de las sanciones que la NFL tomará contra los implicados en el programa de recompensas de los Santos de Nueva Orleans, y tal como se esperaba, se trata de castigos ejemplares que buscan erradicar de la NFL esta clase de prácticas poco éticas.
Gregg Williams fue suspendido por tiempo indefinido por la NFL. Su caso será revisado dentro de un año. / Foto: Especial |
Williams, quien recientemente fuese contratado como coordinador defensivo por los Carneros de San Luis, ha sido suspendido de manera indefinida, teniendo prohibido cualquier clase de contacto con jugadores o entrenadores.
Goodell anunció que dentro de un año, al iniciar el año calendario 2013 de la NFL, se revisará su caso para contemplar una posible reinstitución. Dado que Williams ha sido identificado como el responsable de crear el sistema de recompensas y establecerlo en Nueva Orleans, llegando al grado de poner dinero de su propia bolsa para hacer más atractivas las bolsas, era de esperarse que fuese él el blanco del castigo más severo, aún cuando parece que él esperaba no perderse más de un par de meses de sueldo y actividades.
Lo que si fue una sorpresa paras todo mundo fue la severidad con que la liga sancionó a Sean Payton, entrenador en jefe de los Santos, pues a pesar de que el carismático y exitoso entrenador parecía no estar enterado de la existencia del programa y de la forma en que Williams lo implementaba en su equipo, fue suspendido sin goce de sueldo por un año, entrando la sanción en vigor a partir del 1 de abril, igual que la de Williams.
El argumento que está empleando la liga para justificar la dureza del castigo en contra de Payton es que, como entrenador en jefe, tiene que hacerse responsable por la conducta y acciones de su staff, sobre todo en lo que tiene que ver con jugadores o impacte directamente en el juego. Encuentro el razonamiento bastante acertado, pues aún suponiendo que Payton no conociese la existencia y detalles del programa, no resulta lógico pensar que nunca se percató de que uno de sus asistentes y la mitad de su equipo tenían reuniones privadas previas a los juegos.
Sean Payton se convirtió en la víctima colateral del esquema de Williams y estará un año fuera de actividad. / Foto: Especial |
El mensaje de la NFL es claro, no habrá tolerancia alguna para cualquier práctica que ponga en riesgo la integridad física de los jugadores. Esta idea será reforzada con un compromiso por escrito, pues el mismo día de ayer se emitió un memorándum para los 32 equipos, donde se les instruye que tiene que cerciorarse de que en sus planteles no haya programas similares y que en caso de que existan sean terminados de inmediato. El memorándum necesita ser firmado por la administración de cada equipo y enviado de regreso a la liga.
En cuanto a los jugadores, la NFLPA, asociación de jugadores de la NFL, pidió a la liga un plazo para realizar su propia investigación antes de que se anuncia cualquier castigo en contra de los jugadores involucrados, que podrían ser entre 22 y 27, según diversos reportes. Es previsible que la asociación busque implementar sus propias medidas disciplinarias antes de que lo haga la liga, lo que no quiere decir que aún después de ello la NFL no vaya a aplicar multas y suspensiones.
Sin duda este ha sido uno de los incidentes más vergonzosos en la historia de la NFL y es interés básico del comisionado y la liga dejarlo atrás lo más pronto posible, intentando además evitar que se repita. Por el bien de este deporte, esperemos que lo puedan conseguir.
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