Mientras que muchos anticipaban que el Heat de Miami tendría un camino relativamente sencillo de cara a obtener el título en la NBA, yo decidí no descartar la combinación de experiencia y hambre de triunfo que ha caracterizado a los Mavericks de Dallas durante estos playoffs.
Ni siquiera la fiebre parece detener al aguerrido alemán Nowitzki, líder indiscutible de los Mavericks. / Foto: Especial |
Aún cuando la serie se encuentra empatada a dos juegos, me parece que esto obedece más a la combinación de un equipo que nunca baja los brazos, como son los Mavericks, y otro que parece ser que en los momentos importantes no encuentra la manera de cerrar los partidos, y no tanto a que exista una auténtica paridad entre estas dos escuadras.
Las dos victorias conseguidas por los Mavericks, los juegos 2 y 4, se dieron en partidos en que el Heat tenía la ventaja entrando al último cuarto. Una serie de errores y malas decisiones les hizo entregar el juego 2, mientras que en el 4 la falta de ejecución terminó por matarlos.
Y es que del mismo modo que estamos 2-2 y con una serie que pudiera inclinarse a cualquiera de ambos lados, bien podríamos estar hablando de un equipo de Miami coronado al ganar 4-0 la serie. Lo que me lleva una vez más a cuestionar el liderazgo de su trío de super-estrellas, y en especial el de LeBron James. El martes Miami tuvo una oportunidad realmente grande de inclinar la balanza a su favor, pues un disminuído Dirk Nowitzki no pudo aportar los números que acostumbra, aún cuando en momentos importantes del juego, sobre todo en los últimos minutos, supo hacer sentir su presencia.
Nowitzki jugó a pesar de presentar un fuerte cuadro de fiebre, y su presencia pareció inspirar a sus compañeros a dar su máximo esfuerzo, teniendo la que hasta ahora ha sido la mejor actuación de sus hombres de banca en lo que va de la serie. En contrapunto, LeBron James tuvo una actuación para el olvido, a grado tal que no alcanzó con las buenas actuaciones de Dwayne Wade y Chris Bosh para afianzar un triunfo que habría alterado definitivamente el panorama de la serie. Cualquiera puede tener una baja de juego en cualquier partido, pero los grandes no los tienen en las Finales.
Si LeBron espera que se le considere seriamente entre los mejores, tiene que empezar a mostrarse como uno de ellos. Foto: Especial |
Si LeBron consigue regresar luego del mal partido que dio el pasado martes, o si Nowitzki se encuentra más recuperado y productivo, son factores que pueden influir en el desempeño de sus compañeros y afectar el desenlace del partido.
Casi me atrevería a afirmar que el equipo que consiga sacar la victoria esta noche será el que levante el trofeo Larry Brown una vez que todo esté dicho, pero con la dramática forma en que han terminado todos los juegos de esta serie no me queda más que recomendarles que sintonicen el partido y disfruten con la gran exhibición de basquetbol que nos están ofreciendo estos dos grandes equipos, pues cualquiera de los dos que resulte campeón se lo habrá ganado a pulso.
Hasta la próxima.
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