Esta noche arrancan las finales de la NBA, enfrentando a dos equipos que llegan a estas instancias por segunda ocasión en su historia. Lo curioso es que para ambos la primera vez fue hace cinco años, cuando se enfrentaron para decidir al campeón de la temporada 2005-2006. En aquella ocasión Miami se llevó la victoria en seis partidos a pesar de haber perdido los dos primeros de la serie. De los jugadores que participaron en aquella serie final solo quedan dos jugadores en cada uno de estos equipos. Dirk Nowitzki y Jason Terry en los Mavericks, y Dwayne Wade y Udonis Haslem en el Heat. Eric Dampier, uno de los postes suplentes en Miami, ocupaba esa misma posición en los Mavs en el 2006.
El Miami Heat se coronó campeón en el 2006 bajo el mando de Pat Riley. El coach Spoelstra era entonces uno de sus asistentes. Foto: Especial |
El controvertido dueño de los Mavs ya no es tan vocal y protagonista como solía serlo, pero si los oficiales empiezan a dar señas de favorecer o proteger excesivamente a Dwayne Wade o LeBron James, como pareciera fue el caso en el último juego de la serie entre el Heat y los Toros de Chicago, pueden apostar a que no se quedará callado. Como espectadores solo nos queda esperar que no haya nada que ponga en riesgo el espectáculo en lo que promete ser una espectacular serie final y que al final sea el mejor quien se lleve a casa el trofeo Larry Brown.
Al margen de todo, hay algunos aspectos interesantes en esta serie. Los Spurs de San Antonio y los Lakers de Los Angeles han representado a la Conferencia Oeste desde 1998 en todas las series finales excepto dos, la del 2006 y esta de 2011, siendo los Mavericks el único equipo que ha podido interrumpir ese impresionante duopolio en los campeonatos de conferencia, aunque se trata además de la décimo tercera ocasión consecutiva en que el Oeste será representado por un equipo texano o californiano.
Ambos equipos lograron llegar hasta esta serie tras conquistar el campeonato de su conferencia en solo cinco juegos, ambos aprovechando su experiencia para superar a dos de los equipos más jóvenes y prometedores en la NBA. La diferencia en estilos de juego es notoria, y a mi parecer debe ayudar a que se trate de una serie mucho más pareja, pues ambos equipos me parecen algo así como una versión mejorada de sus anteriores rivales.
Jason Kidd y Dirk Nowitzki son los líderes en los Mavs, y mucho dependerá de su desempeño el que Dallas pueda mantener sus aspiraciones a conseguir el título. / Foto: Especial |
En contrapartida, el Heat pondrá a prueba a la defensiva de los Mavs con una dupla ofensiva aún más peligrosa que la de Westbrook y Durant en Oklahoma City, y sin duda será clave para el desenlace lo que puedan hacer para limitar la producción de Dwayne Wade y LeBron James, y siempre sin descuidar a Chris Bosh, quien suele sacar provecho de la atención que reciben sus compañeros para destaparse con actuaciones sobresalientes.
Se trata de una serie muy difícil de pronosticar, sobre todo porque ambos equipos vienen jugando muy bien y sin duda será una pelea cerrada durante cada uno de los partidos disputados. No anticipo que ninguno de los dos pudiese coronarse en menos de seis juegos y casi me atrevería a asegurar que se irán a siete para definir al campeón. Muy importantes serán los primeros dos juegos, pues en caso de que los Mavericks pudiesen robarse una victoria como visitantes en Miami, el golpe psicológico podría convertirse en la gran diferencia. Personalmente me gustaría ver campeones a los Mavs, pero primero hay que jugar los partidos. Creo que hoy ganará el Heat y el próximo jueves Dallas empatará la serie antes de viajar a casa.
Disfruten el juego de hoy, y ya estaremos comentando las incidencias de esta serie en los próximos días.
0 comments:
Publicar un comentario