Por Gerardo Cuéllar.
Previo a la final de la UEFA Champions League se decía que si había un equipo que pudiera derrotar el FC Barcelona, era el Manchester United de Sir Alex Ferguson, y si, probablemente sólo los ingleses podrían derrotar al que para muchos es no solo el mejor equipo del mundo en la actualidad, si no en la historia.
Lionel Messi anotó el segundo gol de los catalanes en la final de Wembley ante Manchester United. / Foto: UEFA |
El día de hoy, el Barça es el campeón de Europa y sin objeciones tras barrer a los 'Red Devils' durante la final disputada en el nuevo, pero igualmente mítico Wembley, escenario en donde los culés ganaron la primera de sus cuatro copas europeas en el año de 1992 cuando su hoy técnico Josep Guardiola defendía los colores blaugranas dentro del terreno de juego.
Ayer en Londres, el Barcelona fue práctico, fue eficiente y fue contundente, en pocas palabras, fue el Barcelona que ha maravillado al mundo y eso le bastó para levantar su cuarta 'orejona' en un lugar donde ya había levantado una, y contra el rival contra el que levantó la tercera hace apenas un par de años.
El Manchester United comenzó el partido tal como comenzó hace 2 años aquella final en Roma, atacando y presionando desde la salida misma de los culés, nulificándolos de la unica forma en la que se les puede nulificar: No prestándoles el balón. Es cierto que durante ese dominio que duró solamente 9 minutos y medio, los ingleses no crearon una jugada de real peligro sobre la portería de Victor Valdés, pero ese inicio de partido ponía a soñar a sus aficionados en que podían vencer al Barça para cobrar revancha por la final de 2009.
Al final, la fortuna no le sonrió al Manchester de Rooney, Van der Sar y Giggs, y tras esos primeros minutos de dominio fueron borrados de la cancha por el mejor Barça de la historia, el que ha ganado 3 Champions con su actual generación de jugadores, 2 de ellas en los ultimos 3 años de la mano de Pep Guardiola.
El FC Barcelona conquistó su segunda Champions en los ultimos 3 años e irá al Mundial de Clubes. / Foto: UEFA |
El actual Barcelona es tan bueno que ha hecho que aquel Barça de Johan Cruyff se vea como un equipo común y corriente, como uno más. Lo que le hicieron a un equipo como el Manchester United dentro del terreno de juego no es cualquier cosa, este Barcelona, de la mano de Lionel Messi ha demostrado que contrario a lo que muchos decían, la gran época de esta generacion blaugrana continúa vigente.
Mas allá de simpatías por algun equipo determinado, quienes somos aficionados al futbol tenemos el gusto de ver a un equipo del que se hablará en el futuro quizá para referirse al mejor que ha pisado una cancha de futbol. Un equipo que además de calidad futbolística tiene una gran calidad humana en sus jugadores y que es por encima de cualquier cosa un equipo, equipo en donde no caben las envidias, demostrándolo cuando Xavi Hernández le cedió el gafete de capitán a Carles Puyol cuando éste ingresó de cambio al minuto 88, y una vez más cuando Eric Abidal, con todos los problemas de salud por los que atravesó recibió el gafete para ser él quien recibiera la Copa de las manos de Michel Platini.
El FC Barcelona es el mejor equipo del mundo y si alguien tenía la duda de que así era, esa duda debió morir con la exhibición en Wembley.
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