UFC 124: St. Pierre impone condiciones y se le acaban los rivales

El pasado sábado se realizó en el Bell Centre de Montreal, Canadá, el último evento UFC del año, el UFC 124: St. Pierre vs. Koscheck 2. Como se ha vuelto costumbre desde hace algunos años, los entrenadores de los dos equipos del reality show The Ultimate Fighter se enfrentan en un evento principal, teniendo en esta ocasión el atractivo adicional de tratarse de una pelea por el título mundial de peso welter, mismo que se encuentra en poder del canadiense Georges St. Pierre.

Matt Riddle y Sean Pierson ofrecieron un combate de más
corazón y agallas que de técnica o estilo. Foto: UFC.com

Dos de las peleas pertenecientes a la cartelera preeliminar fueron transmitidas entre los combates de la cartelera principal. La primera de ellas fue la disputada entre Matt Riddle y Sean Pierson, dos jóvenes que terminaron dando una de las peleas más espectaculares de la noche. El primer episodio fue ampliamente dominado por Pierson, quien incluso parecía poder terminarla en cualquier momento. Sin embargo, Riddle aguantó y cambió la situación, dominando el segundo a base de fuerza y entrega, en tanto que en el tercer episodio ambos peleadores se olvidaron de finezas y se dedicaron a darse con todo. Al final los jueces dieron la victoria por decisión unánime a Pierson.

La otra pelea preliminar que se transmitió en el PPV fue la de Mark Bocek vs. Dustin Hazelett. Hazelett inició el combate con mucho ímpetu y parecía tener el control del mismo, pero luego de derribar a Bocek e intentar ganar una posición de dominio se topó con el superior estilo de lucha del canadiense y fue sorprendido por una excelente transición del pelirrojo peleador, quien logró aplicar una estrangulación del triángulo cuando corría apenas la mitad del primer episodio. Bocek se hizo acreedor además al bono de cien mil dólares gracias a lo que se consideró la sumisión de la noche.

Mark Bocek realizó una de las mejores sumisiones de
la noche para alzarse con el triunfo. Foto: UFC.com

Las peleas de la cartelera principal comenzaron con el enfrentamiento en peso welter entre Thiago Alves y John Howard. Alves había dejado mucho que desear en sus combates más recientes, por lo cual era muy importante para él tener una buena actuación y lograr una victoria contundente, sobre todo tras sus recientes problemas para dar el peso en la división.. De Howard esperaba más, pues venía precedido de una muy buena reputación y había logrado una serie de victorias en los últimos meses antes de caer en agosto pasado ante Jake Ellemberg, pero la verdad es que no mostró mucho ante el experimentado brasileño. Alves se llevó el combate por decisión unánime.


El siguiente combate se dio entre dos ganadores de The Ultimate Fighter, Mac Danzig, quien ganase en la sexta edición, y Joe Stevenson, vencedor en la novena temporada. Ambos peleadores se caracterizan por su habilidad y contundencia al ir al piso, pero en esta ocasión no hubo tiempo de verlos llegar hasta ese punto, pues antes de que transcurriesen dos minutos del primer episodio, mientras Stevenson buscaba ir a la ofensiva y Danzig retrocedía con la guardia en alto, Danzig lanzó un poderoso gancho izquierdo a la mandíbula de Stevenson, quien cayó completamente noqueado. Danzig recibió el bono correspondiente al knockout de la noche.

Mac Danzig dio muestras de precisión y contundencia
ante el duro Joe Stevenson. Foto: UFC.com

Con un record invicto de catorce victorias,  Charles Oliveira se proyectaba como una futura estrella dentro de la división de los ligeros en la UFC, siendo este su debut en un evento estelar. Enfrentó a Jim Miller, otro joven pero experimentado peleador, en lo que pintaba como un duelo muy parejo, pero pasado un minuto de combate se fueron al suelo y antes de que se completara el segundo minuto del combate Miller logró enredar las piernas de Oliveira y aplicar una barra de rodilla, sacando la rendición al brasileño y propinándole su primera derrota como profesional. Miller se hizo acreedor también al bono de sumisión de la noche, designación compartida con Mark Bocek, aunque ambos recibieron el bono económico íntegro.

La pelea semifinal de la noche enfrentó al holandés Stefan Struve y al norteamericano Sean McCorkle. McCorkle tiene varios años peleando en organizaciones menores y este fue apenas su segundo combate dentro de la UFC, en tanto que Struve tiene ya un par de años en el organismo y tres más de carrera a pesar de ser tan joven (22 años). Además, con sus 2.11 m, el holandés es el peleador más alto del circuito. McCorkle buscó llevar la iniciativa desde el principio del combate, y tras algunos intercambios de golpes consiguió derribar a Struve. Tras algunos forcejeos intentó aplicar una llave kimura, pero su oponente no le permitió completar el movimiento, logrando además una transición "de raspada" que le permitió ganar la posición superior. Una vez asegurada la montada, Struve se dedicó a ejercitar su ground and pound hasta que el referi detuvo el combate faltando poco más de un minuto para la finalización del primer episodio.

George St. Pierre demostró que no necesita hacer uso de
su habilidad como luchador para ganar sus combates.
Foto: UFC.com

Finalmente la pelea estelar, con el título mundial de peso welter en disputa, ofrecía la revancha entre el campeón Georges St. Pierre, y Josh Koscheck, peleadores que se habían enfrentado en agosto de 2007 en el UFC 74. En aquella ocasión Koscheck era favorito debido a su historial como campeón universitario de lucha y porque se le consideraba un peleador más completo que St. Pierre, pero para sorpresa de todos St. Pierre no buscó pelear de pie, si no que llevó la lucha al piso y dominó completamente a Koscheck durante los tres episodios del combate, adjudicándose una victoria por decisión unánime.

Desde entonces Koscheck ha manifestado una abierta animosidad contra St. Pierre, misma que se convirtió en franca rivalidad en los últimos meses, cuando ambos peleadores sirvieron como entrenadores en la más reciente temporada de The Ultimate Fighter, cuya final fue disputada por dos peleadores del equipo de St. Pierre.

Aparentemente Koscheck decidió que no quería una repetición de su enfrentamiento anterior y se preparó para contrarrestar los intentos de derribo del campeón. St. Pierre es reconocido por su habilidad para derribar a placer a sus oponentes, además de una extraordinaria defensa contra los mismos, razón por la que sorprendió a muchos que Koscheck le impidiera derribarlo en más de una ocasión y además pudiera llevarlo al suelo en dos ocasiones. Sin embargo, las dos veces el campeón se puso de pie rápidamente y empezó a trabajar en su boxeo, logrando conectar múltiples combinaciones al rostro de Koscheck, particularmente con jabs de izquierda que hicieron estragos en el ojo derecho del retador. St. Pierre dominó la pelea de principio a fin, y aún a pesar de que en el último round pudo derribar en dos ocasiones a Koscheck le fue imposible finiquitar el combate, ganándolo al final por decisión unánime.

El canadiense demostró por que es considerado como uno de
los mejores peleadores en el mundo. Foto: UFC.com

Koscheck quedó fuertemente lastimado y no tuvo más remedio que reconocer la franca superioridad de St. Pierre, quien ha mostrado un dominio absoluto de la división en los casi tres años que lleva como campeón. No cabe duda que se trata de uno de los mejores peleadores de artes marciales mixtas en el mundo, y muchos ya especulan sobre la posibilidad de que tras un par de defensas más decida subir de peso para incursionar en la división de peso medio en busca de un nuevo título. Por lo pronto, el canadiense suma a su reputación y presenta un serio caso para ser considerado como el mejor libra por libra.

El próximo evento estelar se celebrará el próximo 1° de enero en Las Vegas, donde Frankie Edgar expondrá por segunda ocasión el título de peso ligero de la UFC.

Share on Google Plus

About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.