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Octágono UFC | ¿De dónde viene el antagonismo entre Jon Jones y UFC?

Por Alberto Calvo
@albion2112 

A veces cuesta un poco de trabajo entender por qué UFC, y en especial su presidente, Dana White, parecen empecinados en antagonizar públicamente a Jon Jones, quien no sólo es el peleador más talentoso y con el potencial de convertirse en el rostro de la empresa ante los medios masivos, sino también su campeón con mayor potencial de ser explotado de manera comercial.

Jon Jones podría ser la imagen de UFC, pero la empresa no
ha sabido llevar una buena relación con él. / Foto: Especial
Estas diferencias entre promoción y peleador no son nuevas, pero parecen haber alcanzado un punto sin retorno una vez que 'Bones' se rehusó a aceptar una pelea con Chael Sonnen en UFC 151 luego de que Dan Henderson tuviera que retirarse de la cartelera a causa de una lesión en la rodilla. El campeón de peso semicompleto no aceptó el cambio de oponente toda vez que éste tuvo lugar a ocho días de la celebración del combate.

Como resultado de la negativa de Jones, UFC 151 se canceló, y White culpó públicamente al joven monarca de peso semicompleto, al igual que a su entrenador Greg Jackson, quien presuntamente convenció a su pupilo de que sería un error aceptar esa pelea con tan poco tiempo de anticipación, lo que me parece una postura bastante razonable, a diferencia de la del mandamás de UFC, quien dijo que ambos habían "asesinado" el evento. Jones mostró madurez al aceptar las críticas de su jefe y asumir su responsabilidad por la cancelación del evento, pero esa no es la única ocasión en que se han enfrentado públicamente.

UFC firmó un trato con Monster para el desarrollo de una línea de audífonos para sus peleadores (seguro han visto a muchos subir al octágono con ellos: tienen un octágono en los costados), pero 'Bones' se ha rehusado a utilizarlos, por lo que sigue subiendo con unos Beat, desarrollados y comercializados por un competidor de Monster.

Tal vez lo más grave, Dana White ha pasado meses agrediendo verbalmente a Jones, acusándolo de cobarde. Todo empezó después de la pelea entre el campeón y Alexander Gustafsson, en septiembre pasado. Nadie había exigido tanto al campeón como lo hizo el sueco a lo largo de cinco rounds, pero al final Jones pudo imponer su voluntad en los últimos rounds y llevarse la victoria por decisión unánime. Muchos aficionados pedían una revancha inmediata, pero Jones prefirió enfrentar a alguien más y, pese a haber cuestionado los méritos de Glover Teixeira para pelear por el campeonato, lo enfrentó y derrotó en abril pasado.

Después de esa pelea, el campeón decidió tomarse las cosas con calma y fue de viaje por Sudamérica, desentendiéndose de UFC y sus planes, no sin antes declarar que le gustaría enfrentar a Daniel Cormier en su siguiente defensa. White confirmó que su próxima pelea sería la revancha ante Gustafsson, e incluso dio como fecha para el combate el mes de agosto. Pasaron las semanas sin una confirmación, y el presidente de UFC declaró que Jones se negaba a firmar el contrato y que "parecía estar rehuyendo al combate con Gustafsson". Por toda respuesta Bones hizo un vago comentario en Twitter.

Jon Jones y Alexander Gustafsson ofrecieron una guerra en el
octágono en septiembre pasado, y en septiembre próximo 
Finalmente el campeón regresó de su viaje hace un par de semanas y se reunió con White y Lorenzo Fertitta en Las Vegas. Ya firmó el contrato para enfrentar a Gustafsson el próximo 27 de septiembre, casi exactamente un año después de su primer combate, y todo parecía volver a la normalidad.

Todo eran sonrisas y palmaditas en la espalda dentro de la gran familia que, de acuerdo con Dana, es UFC, y el "malentendido" sobre los retrasos para firmar el contrato parecía haber quedado en el olvido. Pero eso cambió hace unos días, cuando Jones aprovechó una aparición en el programa The MMA Hour, el pasado lunes, para contar su lado de la historia.
"Creo que fue una especie de negociación sucia de parte de UFC, intentando poner a los aficionados en mi contra al anunciar de forma prematura una pelea. No es que yo no hubiese firmado un contrato, sino que ni siquiera me habían dado una fecha. Eso me parece muy poco profesional, y me parece que se trata de una manera muy hostil de negociar. 
Sin duda pareciera que UFC promovió la historia de que yo estaba evadiendo a Gustafsson. Fue muy molesto, pero no me quedaba más que aguantar la tormenta y permitir que me llamasen gallina durante algunas semanas, al menos hasta que pudiera ir allá a sentarme a negociar el contrato para la pelea y hacer todo de una manera profesional. Sabía que al anunciar prematuramente la pelea ellos pretendían que los fans me hostigasen, pero entendí que debía ignorar a las masas y tomar la decisión de negocios más inteligente para mí y mi familia."
Jones reveló que uno de sus hermanos se casará en julio próximo, y quería estar a su lado en las semanas previas a la boda antes de inciar su campamento de entrenamiento, y aunque hubiese preferido retrasar un poco más la pelea, el 27 de septiembre le parece una buena fecha para llegar bien preparado. El asunto no quedará ahí, pues Dana ha hecho público s deseo de que la pelea tenga lugar en Suecia, como parte de los esfuerzos de expansión de UFC en Europa. Sin embargo, Jones no está interesado en ello. Al ser cuestionado al respecto, dijo:
"No será en Suecia. De ninguna manera. No hay razón alguna para ir allá. Yo soy el campeón y él es el retador, y no me parece apropiado que la pelea sea en el patio de su casa."
Todavía no hay una respuesta de Dana White o de UFC, pero dudo que esto los vaya a hacer felices, pero en este caso me parece que Jones está en todo su derecho. Sin duda sería un gran gesto de su parte ir a vencer a su propia casa a un rival que parecen estarle imponiendo, pero no tiene ninguna obligación de hacerlo. Me parece que se trata de una decisión tan inteligente y sensata como no haber querido pelear con Chael Sonnen en UFC 151, y sin duda será tan molesta para UFC como resultó aquella. A fin de cuentas se trata de manejar su carrera, velando por sus intereses y no por los de la compañía, que no le corresponden. Y creo que ahí yace la raíz del problema entre el joven peleador y UFC.

Desde que White y los Fertitta adquirieron UFC y la moldearon en la exitosa empresa que es hoy día, siempre han puesto los intereses de la promoción por encima de los del resto del mundo, y están acostumbrados a salirse con la suya. La mayoría de los peleadores dependen económicamente de seguir siendo favorecidos por la empresa, y por ello suelen acceder a casi cualquier cosa, pero ese no es el caso de Jones. Él tiene seguridad económica, y el hecho de que se le reconozca como el mejor peleador en el mundo y muy probablemente como la más grande figura dentro de UFC le da una ventaja al negociar, y eso es algo a lo que Dana White no está acostumbrado.

El problema es que en ocasiones el presidente de la promoción es demasiado visceral, y permite que su postura personal salga a la luz pública sin pensar en las consecuencias. UFC debiera trabajar con Jones para que de forma conjunta puedan alcanzar sus metas, apoyándose en la otra parte para poder promover de la manera correcta a su peleador más exitoso y potencialmente también el más facil de explotar comercialmente, elevándolo al lugar estelar que merece, y al mismo tiempo asegurando de una vez por todas el lugar de UFC dentro de la cultura popular.

Pero para eso haría falta hacer las cosas con la cabeza fría, y eso es algo que en ocasiones no se le da a Dana White, aunque sería una gran señal si hallase el modo de hacerlo.
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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.
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