Por Gerardo Cuéllar.
@GerardoTaker
Han pasado ya seis encuentros desde que arrancó para Necaxa la aventura llamada Apertura 2014 y hasta el momento con cuatro juegos en el Ascenso MX y dos en la Copa MX, nuestro histórico -y maltratado- conjunto rojiblanco ha dejado serias dudas de cara a lo que podríamos llamar sus posibilidades o alcances para este semestre y en general para el año futbolístico.
Miguel Fuentes -izquierda- y el accionar del equipo en este arranque de torneo ha dejado mucho que desear. / Foto: Liga MX |
Dos triunfos, dos empates y dos derrotas son el saldo, mismo al que si le restamos los resultados del insípido e irrelevante torneo copero nos queda con dos partidos ganados y dos perdidos y con cuatro actuaciones que hasta el momento han dejado mucho que desear no solamente por los resultados, sino por el nivel de juego mostrado.
Los dos triunfos han sido en calidad de local y probablemente contra dos de los equipos más débiles del torneo. Por si fuera poco y pese a haber marcado seis tantos en esos dos duelos, Necaxa no se mostró todo lo superior que al menos en el plantel se supone es a Celaya y a la nueva y reformada versión del Zacatepec y está lejos de ser aquel equipo de 'buen futbol' que nos 'vendieron'.
Los duelos que se han jugado hasta ahora como visitante han sido más que lamentables por la triste apuesta con el que el equipo ha salido al terreno de juego y la penosa imagen que han dejado en Zacatecas y Ciudad Victoria. Si bien por si solas las derrotas ante Mineros y Correcaminos podrían dejar un mal sabor de boca, la forma en la que Necaxa enfrentó ambos duelos hace que el sentimiento generado por la derrota sea mucho peor.
En ocasiones los aficionados somos -incluido un servidor, desde luego- muy 'resultadistas' y nos conformamos con ganar "como sea". En las derrotas solemos magnificar las cosas y en términos generales gustamos de hacer parecer al equipo como si fuera el peor del mundo, no obstante y aún cuando no soy partidario del "ganar es ganar y perder es perder" me parece que lo que ha realizado Necaxa hasta ahora es muy triste.
No se trata de decir que Necaxa es malo -porque lo es- solo por decirlo, sino que tenemos argumentos para hacerlo. La defensa sigue sufriendo, los referentes del equipo no han rendido lo que se esperaba de ellos e incluso parecen dar muestras de no estar contentos y por si fuera poco el cuerpo técnico -léase Miguel Fuentes- es incapáz de asumir una responsabilidad y de regalarnos por lo menos una cara decente del equipo en cada salida al terreno de juego.
Hablando de las dos derrotas en específico, da la impresión de que a Mineros le bastaron esos famosos 4 segundos para terminar con un equipo gris que no tuvo capacidad de reacción y que dejó la impresión de nisiquiera intentar tenerla. A Correcaminos le bastó un remate de cabeza de Roberto Nurse para ganar un partido en el que así hubieran agregado otros 90 minutos, sencillamente no habríamos conseguido empatar.
Necaxa tuvo otra penosa actuación en su visita de la Jornada 4 al Estadio Marte R. Gómez de Cd. Victoria. / Foto: Correcaminos |
El problema de Necaxa en este arranque de torneo parece ir más allá de lo futbolístico y radica en gran parte en la mentalidad de un técnico que ha apostado por no perder y trabar el juego cuando juega de visitante o bien, guardar un marcador en la Copa desde la primera mitad del partido.
Por si fuera poco y tal como dije, Miguel Fuentes no asume la responsabilidad y el salir a hablar del arbitraje tras el último partido es un pretexto para no reconocer lo que el equipo dejó y ha dejado de hacer.
Por si fuera poco y tal como dije, Miguel Fuentes no asume la responsabilidad y el salir a hablar del arbitraje tras el último partido es un pretexto para no reconocer lo que el equipo dejó y ha dejado de hacer.
Sus declaraciones no solamente son lamentables, sino que parecen una burla para cualquiera que haya visto el partido y la propuesta del equipo, se trate o no de aficionados necaxistas. Hace algunas semanas, previo al torneo hablé de darle el beneficio de la duda y hoy puedo decir que ese se está terminando o ya se terminó. Por si fuera poco, todo parece indicar -por la condición de visitante y el rival en turno- que debemos estar listos para presenciar otra mala actuación y una nueva derrota. ¿Le quedó grande el cargo a nuestro técnico?. Parece que si.
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