@albion2112
Ha pasado casi un año desde que Chris Weidman sorprendió al mundo al noquear a Anderson Silva, cortando una racha de más de siete años sin perder y convirtiéndose en el nuevo campeón de peso medio de UFC, y el peleador norteamericano sigue siendo objeto de críticas y descalificaciones.
El 6 de julio de 2013, Chris Weidman noqueó a Anderson Silva y se convirtió en campeón peso medio de UFC / Foto: UFC,com |
Si bien sus dos victorias sobre el mítico peleador brasileño fueron hasta cierto punto circunstanciales, no creo que ese sea motivo suficiente como para descalificar o minimizar los logros de un peleador con marca profesional de 11-0 (7-0 en UFC), quien además sigue creciendo como peleador y enfrentará una dura prueba este 5 de julio en Las Vegas ante Lyoto Machida.
En sus victorias sobre Silva, Weidman mostró su habilidad como luchador, desarrollada en sus años universitarios, cuando fue nombrado All-American mientras competía en la División I de la NCAA, dominando al celebrado campeón brasileño a lo largo del primer asalto de cada uno de esos dos combates. El segundo round de su pelea en UFC 162 tuvo un abrupto final cuando Silva comenzó a hacer algunos de los ademanes sobrados que tanto se le critican, fanfarroneando alrededor de su oponente hasta que se vio sorprendido por una izquierda a la mandíbula y se derrumbó, poniendo la mesa para que Weidman concretara la mayor sorpresa en mucho tiempo dentro del UFC.
Weidman no es culpable de la fanfarronería de Silva, y merece crédito por haber explotado el momento, aún si esto representa no haber desplegado su talento como peleador de una forma más larga o convincente. La pelea de revancha, en UFC 168, se desarrolló de una forma muy similar, con Weidman dominando el primer asalto con su talento para derribar y para controlar la posición, mientras que en el segundo asalto, cuando rebasaban apenas el primer minuto, el norteamericano bloqueó un intento de patada de Silva, provocando que el brasileño sufriera una fractura doble en la pierna y logrando la victoria por knockout técnico, confirmándose como campeón pero sin lograr sacudirse la etiqueta de 'anomalía'.
Parece que la mayor crítica que tiene en contra es por lo circunstancial de esas dos victorias, sin duda las más importantes de su carrera, y también hay que considerar que no había enfrentado oposición de primer nivel de camino a su oportunidad titular. Los únicos dos peleadores de renombre a quienes venció en camino al título fueron Demian Maia y Mark Muñoz. Maia había lucido poco en sus últimos combates previos, y esa derrota por decisión unánime ante Weidman lo convenció de buscar nuevos aires en la división de los welter, en tanto que Muñoz venía enrachado y parecía un verdadero reto, pero Weidman lo noqueó con un espectacular codazo en el segundo asalto.
Una victoria convincente sobre Lyoto Machida puede ser lo que Weidman necesita para sacudirse las críticas. / Foto: Especial |
Por eso es importante ver cual será el desempeño del All-American ante Lyoto Machida, largamente considerado, desde el punto de vista estratégico, como uno de los más complicados rompecabezas defensivos en las artes marciales mixtas.
La movilidad y velocidad de Machida, combinada con una mortífera efectividad en la pelea de contra, lo convierten en un peleador sumamente complicado. Baste recordar la forma en que 'El Dragón' pudo confundir y frustrar a Jon Jones antes de que este lograra ajustar su estilo a la propuesta de Machida y someterlo, y aún en ese caso, la sumisión tuvo que darse de pie, debido en buena medida a lo difícil que es llevar a Machida al suelo, incluso para un luchador tan destacado como Jones, quien también tiene un decorado historial dentro de la División I de la NCAA.
Si Weidman es capaz de evitar que Machida imponga su estilo de combate y dicte el ritmo de la pelea o, mejor aún, si logra imponer su agresivo estilo, abrumando a su rival y llevando la pelea al piso, o incluso finalizar al brasileño, sin importar si es de pie o en el suelo, no habrá forma posible de que se siga pensando que su exitosa carrera es producto de la suerte o una simple anomalía. Weidman es todavía un peleador joven y con espacio para mejorar en varios aspectos de su estilo, pero la de este sábado bien podría llegar a ser la pelea que le permita cimentar su legado, más allá de sus dos victorias sobre uno de los mejores peleadores de todos los tiempos.
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