Por Gerardo Cuéllar.
@GerardoTaker
El Derby de la ciudad de Liverpool dificilmente pudo haber sido mejor del que ofrecieron Everton y Liverpool sobre la cancha del Goodison Park al empatar a tres goles en un encuentro vibrante de la Jornada 12 de la Premier League Inglesa.
Un preciso servicio de Steven Gerrard le permitió al Liverpool alcanzar el empate ante el Everton. / Foto: Premier League |
Las emociones en la casa de los Toffees llegaron temprano al partido y apenas a los cinco minutos de acción los Reds parecían hacer valer la diferencia en la tabla de posiciones y por conducto de Philippe Coutinho se pusieron en ventaja.
El mediocampista brasileño aprovechó un error defensivo para controlar el balón en segundo palo y definir ante una inútil estirada del norteamericano Tim Howard. Los locales reaccionaron rápidamente y a los 8 minutos consiguieron el empate gracias a Kevin Mirallas, quien tras un mal rechace defensivo llegó también a segundo poste para empujar el esférico al fondo de las redes.
El arranque del Derby había sido muy bueno y con el marcador empatado a un gol, el uruguayo Luis Suárez le volvió a dar la ventaja a los Reds con un soberbio cobro de tiro libre que tras superar a la barrera cerró para entrar pegado al poste izquierdo de Howard, quien nada pudo hacer para evitar una nueva caída de su marco.
Pese a la intensidad con la que se disputó el encuentro ya no hubo más anotaciones durante la primera mitad y no fue si no hasta el complemento que las redes volvieron a ser sacudidas. El arranque de la segunda mitad fue de un dominio claro por parte de los locales ante un Liverpool que lucía hasta cierto punto cómodo con la ventaja.
A los 54 minutos, el recién ingresado Gerard Deulofeu tuvo la oportunidad de conseguir el empate para el Everton al quedar en mano a mano ante Simon Mignolet tras haber recibido un largo servicio. El delantero del Everton disparó pero el cancerbero belga tapó con la pierna para evitar la caída de su marco en unos momento en el que los Toffees generaban mucho peligro.
Los Reds reaccionaron a los 60 minutos con una gran jugada individual de Luis Suárez, quien pasó entre dos defensores y dejó el esférico para Joe Allen, quien con sólo ante un arquero vencido envió su disparo por un costado.
A los 64 minutos, el Everton volvió a generar peligro y Romelu Lukaku pisó el área en ventaja para disparar ante la salida de Mignolet quien con un manotazo se reafirmó como factor a favor del Liverpool manteniendo la ventaja para el cuadro dirigido por Brendan Rogers.
A los 72 minutos, finalmente el conjunto azul alcanzó el empate tras un potente cobro de tiro libre de Lukaku que Mignolet rechazó. Los Toffees recuperaron el esférico y tras una serie de toques dentro del área cedieron el esférico para el propio Lukaku, quien disparó para enviar el balón al fondo de las redes poniendo el dos a dos en el marcador.
Tras la anotación, el Liverpool volvió tener presencia en ataque y adelantó líneas. A los 76 una gran jugada individual de Glen Johnson derivó en un tiro de esquina a favor de los Reds, sin embargo no pasó nada en el cobro. A los 78, Luis Suárez remató de cabeza con dirección de gol pero una enorme atajada de Tim Howard le negó a los Reds retomar la ventaja.
A los 82 minutos un cobro de tiro de esquina le permitió a Lukaku ponerse la camiseta de héroe para el Everton y hacer estallar al Goodison Park con la voltereta en el marcador. El delantero belga se anticipó a la marca de Glen Johnson para rematar con la cabeza y mandar el esférico al fondo de las redes.
Goodison Park estaba de pie festejando lo que parecía una remontada y un triunfo de su equipo, sin embargo al partido aún le restaban muchas emociones. Fue a los 89 minutos que un cobro de tiro libre ejecutado por el mítico Steven Gerrard desde la banda derecha le permitió a los Reds festejar una vez más. Daniel Sturridge remató de cabeza cruzando el esférico y dejando sin oportunidad a Howard para decretar el empate a tres goles.
El tiempo de compensación también tuvo emociones en ambas porterías y Luis Suárez estuvo a punto de poner el cuarto del Liverpool con un disparo de volea que Howard envió al tiro de esquina, y en la última jugada del encuentro el Everton estuvo cerca en un balón que finalmente fue desviado por la defensa.
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