@albion2112
Pocos jugadores en la NFL están sujetos a la clase de escrutinio y críticas que han rodeado a Tony Romo a lo largo de su carrera, y tras el juego del domingo ante los Broncos sus críticos están de vuelta con renovados bríos a causa de la intercepción sufrida por el QB en los minutos finales de ese juego.
Tony Romo dio una de las mejores actuaciones de su carrera, pero todo mundo habla de su único error. / Foto: Especial |
Romo lanzó para más de 500 yardas en 25 de 36 intentos, con un promedio de más de 25 yardas por pase, y completó cinco pases de anotación contra una intercepción. Eso son 98 yardas y un touchdown más que Manning en ocho pases menos. El criticado mariscal de los Vaqueros se convirtió apenas en el quinto jugador en la historia de la NFL en lanzar para más de 500 yardas y con cinco pases de anotación en un juego, sosteniendo un duelo de poder a poder con un QB considerado entre los mejores de todos los tiempos, y todo mundo habla sólo de la intercepción.
En honor a la verdad, la intercepción ocurrió en el peor momento posible, pero eso no cambia el hecho de que la única razón por la que los Vaqueros estaban en ese momento empatados a 48 con los Broncos era la extraordinaria actuación de Romo. La defensiva de Dallas es la número 28 de la liga, y lució como tal ante un QB acostumbrado a desmantelar a sus oponentes, y si el juego no fue disparejo desde la primera mitad, fue sólo porque Romo hizo maravillas con un ataque que desde hace varios años parece depender sólo de él.
El pase de Romo no fue bueno, pero hay que dar mérito al defensivo por la intercepción, que no era fácil. / Foto: Especial |
Romo nunca ha tenido un receptor de élite, y si no fuera por la constante presencia a su lado de Jason Witten, hace mucho que los Vaqueros hubiesen entrado en modo de pánico y reconstrucción desde cero. El domingo los Vaqueros se fueron al medio tiempo abajo 20-28, y la razón para poder venir de atrás y tomar el control del juego fue una combinación de dos factores: una intercepción a Peyton Manning, y las continuas buenas jugadas de Romo. Un poco de ayuda de la defensiva pudo haber sellado la victoria a mediados del último cuarto, pero Dallas no defiende.
El equipo de Jerry Jones está ahora con marca de 2-3, y con eso basta para estar empatados en la cima de la NFC Este. Tony Romo es uno de los diez mejores mariscales de campo en la liga, pero la única forma en que podrá llevar a un equipo a colocarse entre los mejores de la NFL, o a pelear por un campeonato, es con ayuda. Hay otros 52 jugadores que deben ser juzgados, y por sobre ellos un staff de coacheo cuyo responsable, Jason Garrett, sigue siendo, a mi juicio, el peor error de Jerry Jones en los últimos quince años, sólo segundo a haberse peleado con Jimmy Johnson desde que compró al equipo.
Tal vez más aficionados deberían cuestionar la permanencia de Garrett en su puesto, o la necedad de Jones de no contratar un gerente general que se encargue de construir un verdadero equipo alrededor del quarterback franquicia que encontró hace una década.
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