NFL - Diez para Anotar: Josh Freeman, la telenovela que no tiene fin

Por Alberto Calvo.
@albion2112

La tensa relación entre el mariscal de campo Josh Freeman y los Bucaneros de Tampa Bay parece finalmente haber alcanzado el punto donde ya no hay vuelta atrás y lo único que resta es hallar caminos separados, y justo esa parece ser la intención de ambas partes.

Josh Freeman tiene razones para estar molesto con los Bucs y
desear seguir su carrera en alguna otra parte. / Foto: Especial

De acuerdo con fuentes cercanas a la liga, los Bucaneros han estado promoviendo la idea de cambiar a freeman a otro equipo, y les gustaría hacerlo antes de la semana 6. Hay que recordar que los Bucaneros descansan en la semana 5, así que parece ser que sus ejecutivos quieren aprovechar su semana para cerrar algún trato. Por otro lado, el fin de semana comenzaron a circular reportes indicando que el jugador había solicitado formalmente al equipo que lo corten o lo muevan en alguna negociación, así que evidentemente ya no hay marcha atrás.

La fecha límite para negociar jugadores es el 29 de octubre, pero parece ser que el sentimiento general es que ambos lados estarán mejor si consiguen tomar caminos separados lo antes posible. De acuerdo con la prensa local en Tampa, el gerente general del equipo, Mark Dominik, tiene planeado contactar directamente a los otros 31 equipos en busca de asegurar algún arreglo antes de iniciar los preparativos del equipo para enfrentar a Filadelfia al volver de su semana de descanso. Como sea, no parece haber un interés particular por adquirir los servicios del QB.

Por otro lado, está el escándalo menor que se armó hace un par de días, luego de que Chris Mortensen, de ESPN, publicase un reporte indicando que Freeman había ingresado a la Etapa 1 del programa de abuso de sustancias de la NFL. La nota corrió por diversos sitios y redes sociales, pero los reportes eran incompletos y confusos, creando la idea generalizada de que Freeman había dado positivo en algún control, cuando ese no es el caso. Freeman recibió una excepción temporal para usar un medicamento de prescripción que se encuentra en la lista de sustancias prohibidas, y nada más.

Freeman no es el primer jugador que tiene problemas con
Schiano y probablemente no será el último. / Foto: Especial

Lo que el reporte filtrado dice es que el mariscal de campo hizo lo correcto y solicitó la aprobación de la liga antes de usar un medicamento prohibido. La Etapa 1 del mencionado programa es una alerta de monitoreo, donde la Liga aconseja supervisar el caso de un jugador a fin de prevenir que pudiese llegar a desarrollar un problema con el uso de alguna sustancia, y es el procedimiento estándar para jugadores que solicitan alguna exención para un medicamento.

El malentendido provocado por la filtración provocó que el jugador hiciese a través de su agente una declaración oficial para defenderse, donde dice lo siguiente:

"Déjenme ser muy claro. NUNCA he dado positivo en alguna prueba para drogas ilegales o sustancias prohibidas. Además, he consentido en tomar y he APROBADO 46 pruebas sancionadas por la NFL en el último año y medio. Es una vergüenza que cuando la situación se pone difícil la gente elija atacar el carácter de los demás en lugar de apoyarse uno al otro. Sigo dedicado y enfocado en tratar de ser el mejor quarterback que pueda ser y tratar de ayudar a un equipo a ganar un campeonato."

El verdadero problema aquí es que la información sobre la exención solicitada por Freeman debiera ser confidencial. Los únicos con acceso a esa información debieran ser Freeman y su agente, las autoridades de la liga, y los directivos de los Bucaneros, así que vale la pena preguntarse quién filtró la información, pues es evidente que el único objeto de hacerlo era dañar la reputación de Freeman en un momento muy complicado de su carrera. Tanto la NFL como la Asociación de Jugadores se han manifestado al respecto, pero parece haber sido un error de juicio de parte de Mortensen publicar información que no era noticia y que no había necesidad alguna de hacer pública.

Difícilmente se sabrá quien filtró la información al periodista, pues éste no revelará su fuente, así que esto quedará como otro aspecto de la telenovela que Josh Freeman ha vivido en lo que parece son sus últimos días como parte de la organizacíón de los Bucaneros de Tampa Bay. Considerando que en el último año se han dado otras filtraciones sobre las actividades y vida privada de Freeman, todo apunta a alguien dentro del equipo que el espera abandonar pronto. Ojalá que ese sea el caso y pueda retomar su carrera dejando atrás estos penosos incidentes.

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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.