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UFC: ¿Por qué no es más popular Jon Jones?

Por Alberto Calvo.
@albion2112

Jon Jones podría ser el más grande peleador de artes marciales mixtas en la corta historia de este deporte, y por ello no deja de sorprenderme el hecho de que parezca tener más detractores que admiradores, y que no se le muestre el respeto que merece por lo que ha logrado a sus 26 años de edad.

Ante Gustafsson, Jon Jones enfrentó la pelea más complicada
de su carrera, y halló el modo de salir vencedor. / Foto: Especial
Esto se hizo más evidente en la estela de reacciones a su apretada victoria sobre Alexander Gustafsson el pasado fin de semana en la pelea estelar de UFC 165. Uno podía encontrar en las redes sociales toda clase de comentarios en contra del campeón, incluyendo una serie de acusaciones de robo, afirmando que Gustafsson había sido despojado de una legítima victoria, aun cuando no existen argumentos racionales para hacer semejante aseveración. ¿Puede ser un caso de simpatía por el más débil, un simple deseo de ver caer a quien se encuentra en la cima?

Las estadísticas del combate demuestran que Jones fue superior en al menos tres asaltos del combate, y eso basta para justificar las tarjetas de 48-47 a su favor que firmaron dos de los jueces asignados para calificar la pelea. Quiero pensar que el hecho de que Gustafsson fuese mayormente menospreciado de manera previa a la pelea por la mayoría de los analistas tuvo algo que ver, pues sin duda verlo ofrecer un combate que nadie esperaba ante el campeón, quien hasta entonces había mostrado un dominio absoluto sobre sus oponentes, puede haberle ganado muchas simpatías.

Tal vez también influya el hecho de que Jones no sea un peleador demasiado inclinado a jugar para las cámaras y micrófonos, que no guste de engancharse en duelos verbales con sus oponentes, o que no parezca una persona que lleve una vida excitante, pero cualquiera que sea la razón para que a la gente no le agrade, es un hecho que no tiene nada que ver con su desempeño dentro del octágono, donde ha enfrentado a lo mejor que la división de peso semicompleto puede ofrecer, y ha hallado siempre la manera de salir con el brazo en alto.

La dominante exhibición de Jones sobre Bonnar lo puso en el
mapa de la élite de peso semicompleto de UFC. / Foto: Especial
La única derrota en su carrera se dio hace cuatro años por la vía de la descalificación, en un combate en que le tomó un par de minutos mostrar su amplia superioridad sobre el veterano Matt Hamill, a quien propinó una tremenda golpiza antes de dejarse llevar por la inercia del combate y conectarlo con codazos descendentes, un golpe que está prohibido bajo las reglas unificadas de las artes marciales mixtas. De no haberlo hecho muy probablemente habría finalizado a Hamill y se mantendría invicto como peleador profesional, pero eso ya está en el pasado.

El camino hacia el campeonato semicompleto no fue fácil. Tras haber sido luchador y jugador de futbol americano en la preparatoria y la Universidad, Jones decidió abandonar la carrera de Justicia Criminal para convertirse en peleador profesional en abril de 2008. En sólo tres meses acumuló una marca de 6-0, lo que llamó la atención de UFC, quien le ofreció una pelea como sustituto con sólo dos semanas de anticipación el verano de ese año, haciendo su debut dentro del octágono el 9 de agosto de ese año en UFC 87 frente a Andre Gusmão, a quien derrotó por decisión unánime.

Fue en UFC 94, en enero de 2009, cuando realmente empezó a llamar la atención de la gente, con una espectacular y dominante actuación sobre Stephan Bonnar, a quien estuvo cerca de noquear, algo que nadie consiguió hasta el año pasado, y se llevó otra victoria por decisión unánime. Luego vino una victoria por sumisión en UFC 100 ante Jake O'Brien que le ganó un nuevo contrato de cuatro peleas con UFC, siendo la primera de ellas en diciembre de 2009 durante la Final de The Ultimate Fighter: Live, ante Matt Hamill, con el resultado comentado anteriormente.

Nadie había maltratado a Shogun Rua de la forma en que Jones
lo hizo para arrebatarle el campeonato de UFC. / Foto: UFC.com
En marzo de 2010 encabezó su primera cartelera en UFC Live: Vera vs Jones, donde noqueó a Brandon Vera en el primer round, misma hazaña que lograría ante Vladimir Matyushenko unos meses más tarde. Luego, en febrero de 2011, vino la pelea con Ryan Bader, donde quitó a éste el invicto sometiéndolo con una guillotina en el segundo round tras dominarlo ampliamente en el primero. Al final del combate fue informado que su compañero de entrenamiento, Rashad Evans, estaba lesionado y necesitaban un sustituto para enfrentar a Shogun Rua por el campeonato de la división.

En UFC 128, en marzo de 2011, Jones derrotó a Shogun tras propinarle la golpiza más brutal de su carrera, consiguiendo la detención por knockout técnico a la mitad del tercer round. Ese mismo año defendió exitosamente el campeonato ante dos ex-campeones de UFC, Rampage Jackson y Lyoto Machida, derrotando a ambos por la vía de la sumisión. 2012 lo vio superar a otros dos ex-campeones, Rashad Evans y Vitor Belfort, venciendo a uno de ellos con otra sumisión y al otro por decisión unánime, cimentándose como uno de los peleadores más dominantes en la actualidad.

En 2013 ha enfrentado a Chael Sonnen y a Alexander Gustafsson, y con seis defensas exitosas del campeonato semicompleto se encuentra ya inscrito en los libros de historia de UFC, aun si parece seguir peleando por ganarse el respeto y admiración de los aficionados a las artes marciales mixtas. La gente parece sostener en su contra sus atributos físicos, como si se tratase de un crimen el ser más alto o tener los brazos más largos que la gran mayoría de sus oponentes. Más allá de sus atributos físicos o de su talento natural para pelear, Jon Jones ha demostrado que tiene corazón de campeón.

¿De qué otra manera se podría explicar que haya aceptado en su momento la pelea más importante de su carrera con sólo seis semanas de antelación, y que aun así haya dominado a Shogun de la forma en que lo hizo? ¿Cómo explicar el sobreponerse a una dislocación de brazo para finalizar a Vitor Belfort, o seguir su inclemente asalto sobre Chael Sonnen pese a haberse lastimado el dedo pulgar del pie? El sobreponerse a una gran exhibición de Gustafsson en la pelea de pie, a resistir un molesto corte en el ojo y cerrar la pelea como los grandes es sólo otra hazaña que sumar a su brillante y joven carrera.

Ojalá que los aficionados a las artes marciales mixtas logren entender que tienen la oportunidad de ver el desarrollo de quien probablemente sea el más grande peleador en la historia de este deporte y, si no admirarlo, por lo menos respetar lo que es y lo que representa dentro de UFC y el mundo de las artes marciales mixtas.
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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.
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