@albion2112
El domingo por la noche se dio el duelo más esperado de la jornada cuando los 49ers de San Francisco visitaron a los Seahawks de Seattle en el Century Link Field, solo para sufrir una estrepitosa derrota que ahora los coloca a la zaga de su rival de división.
Colin Kaepernick tuvo una noche difícil en Seattle, finalizando el juego con un total de cuatro balones perdidos. / Foto: Especial |
El marcador final puede resultar un tanto engañoso, pues la diferencia en el juego no fue tanta como para hablar de una diferencia de más de veinte puntos, pero el verdadero diferencial fueron los errores, siendo la mayor parte de ellos mentales. La cantidad de castigos, y los momentos en que se dieron, fueron lo que al final del día marcaron la diferencia. Tras bloquear un despeje, los 49ers tuvieron buena posición de campo y marcharon hasta dentro de la yarda 10 de los Seahawks, sólo para irse con las manos vacias luego que un pase de Kaepernick dirigido a Vernon Davis fuese rebotado e interceptado.
El segundo cuarto, al regreso de la suspensión por el clima, mostró a una defensiva de Seattle cada vez más agresiva, poniendo presión sobre un ataque que se veía visiblemente incómodo en el hostil ambiente del Century Link Park. Una infracción puso a San Francisco contra la pared, y un castigo de sujetando dentro de su zona de anotación se tradujo en un safety. Un par de series más tarde, la presión sobre Kaepernick provocó un balón suelto en territorio del visitante, y los Seahawks lo capitalizaron con un gol de campo para irse 5-0 al descanso.
Ian Williams sufrió una fractura de tobillo, y fue uno de los tres titulares lesionados el domingo por la noche. /Foto: Especial |
Me parece que el problema fue que el plan de juego cambió demasiado. En lugar de tratar de mantener la identidad del equipo y jugar tú por tú contra un equipo construido de una manera muy similar, los 49ers buscaron sorprender a su rival abandonando el ataque terrestre casi por completo. Además de los nueve avances de Kaep, Frank Gore corrió en sólo nueve ocasiones, mientras que Kendall Hunter y Anthony Dixon lo hicieron sólo una vez cada uno. Los tres corredores se combinaron para unas miserables trece yardas, cediendo así el control del ritmo a Seattle.
La defensiva lució mucho mejor que el año pasado, cuando los Seahawks le pasaron por encima a los 49ers en la peor derrota del equipo bajo la dirección de Jim Harbaugh. Russell Wilson completó ocho pases en diecinueve intentos, para ciento cuarenta y dos yardas y lanzó un TD y una intercepción. Marshawn Lynch corrió noventa y ocho yardas en veintiocho acarreos, y aun cuando el resto de los corredores se combinaron para otras setenta y cuatro yardas, pudieron contener en veinte puntos al explosivo ataque de Seattle, pues los otros nueve fueron producto de la defensiva.
Frank Gore y el ataque terrestre de San Francisco necesitan ser relevantes para que el equipo recupere el rumbo. / Foto: Especial |
El próximo rival serán los Potros de Indianapolis, equipo que no ha tenido un buen arranque de temporada y que se ha mostrado particularmente vulnerable en lo que se refiere a su defensa contra la carrera. Creo que el jugar de vuelta en el Candlestick Park ante un rival de esas características es justo lo que San Francisco necesita para reponerse, además de que hay que recordar que bajo las órdenes de Harbaugh nunca han perdido dos partidos seguidos.
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