@albion2112
El sábado por la tarde se realizó la ceremonia de Inducción de la Clase 2013 del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, y siete grandes figuras se unieron a la larga lista de leyendas del deporte que han sido inmortalizadas con un busto de bronce en Cantón, Ohio.
Los siete integrantes de la clase 2013 del Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional posan orgullosos. / Foto: Especial |
Los miembros de esta generación de inducidos tiene méritos más que suficientes para pertenecer al Salón de la Fama. Dave Robinson fue parte de la legendaria dinastía de los Empacadores de Green Bay, dirigida por Vince Lombardi, que dominó la NFL antes de la fusión con la AFL y que conquistó los primeros dos Super Bowls. Curley Culp fue un defensivo único y marcó una época como parte de los Jefes de Kansas City que conquistaron el Super Bowl IV, además de ser nombrado en 5 ocasiones al Pro Bowl. Warren Sapp fue parte de la dominante defensiva que llevó a los Bucaneros a un campeonato.
Ser inmortalizado con un busto en el legendario recinto de Canton, Ohio, es el sueño de todo jugador profesional. / Foto: Especial |
Como cada año, siguen siendo tema de discusión las omisiones. En los días previos a la ceremonia, Warren Sapp defendió repetidamente su selección, y ante las constantes menciones de Michael Strahan como el gran ignorado en esta generación, comentó que incluso Simeon Rice, compañero suyo en Tampa, tenía más méritos como linebacker que el afamado ex-jugador de los Gigantes. Cris Carter, quien tuvo que esperar seis años para ingresar al Salón de la Fama, pidió al Comité de Selección reconocer los méritos de otro par de receptores largamente ignorados, Tim Brown y Andre Reed, con la esperanza de verlos incluídos en el futuro.
Lamentablemente el proceso de selección es imperfecto y no parece haber intención alguna de modificarlo. Baste reflexionar que, de ser justa y completa la selección de inducidos cada año, no habría necesidad de tener un Comité Senior encargado de elegir a dos jugadores de décadas pasadas para completar cada generación, y si ese fuera el caso, Robinson y Culp estarían en el Salón de la Fama desde hace muchos años. Por lo pronto no queda más que celebrar a quienes han logrado este reconocimiento, y esperar que el tiempo haga justicia a aquellos que todavía no lo alcanzan.
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