NFL - Diez para Anotar: ¿Qué tan seguros son los cascos actuales?

Por Alberto Calvo.
@albion2112

Una de las principales preocupaciones en la NFL en la actualidad es la seguridad de los jugadores, y una parte importante de ésta tiene que ver con la atención y cuidados en caso de conmociones cerebrales, padecimiento muy frecuente por la misma naturaleza física y violenta del juego.

El estudio reveló que un casco moderno ofrece mayor protección
al cerebro que un leatherhead. / Foto: Journal of Neurosurgery

La semana pasada se publicó un estudio en el Journal of Neurosurgery acerca de la protección que ofrecen los modernos cascos utilizados en el juego. En 2011 había aparecido un estudio similar que afirmaba que la protección ofrecida por estos cascos era marginalmente superior a la que ofrecían los cascos de cuero, conocidos como Leatherheads, que se utilizaban hace ochenta años, lo que resultaba preocupante por tratarse de un tema tan delicado como la salud cerebral de los jugadores. Los resultados de este nuevo estudio fueron diametralmente opuestos.

El estudio fue realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Virginia utilizando para las pruebas diez modernos cascos de plástico utilizados en la actualidad y un par de viejos leatherheads H-18 fabricados por la empresa Hutch. El desempeño de los cascos modernos fue muy diferente variando de un modelo a otro, pero en general encontraron que el uso de ellos reduce entre un 45 y un 96 % el riesgo de sufrir una conmoción cerebral en comparación con sus contrapartes de cuero.

Las pruebas consistieron mayormente en dejar caer de manera vertical los cascos contra un pilar metálico utilizando sensores para medir la capacidad del casco de asbsorber el impacto. Esto se hizo probando con cuatro tipos de impacto: frontal, posterior, superior y lateral. En impactos de baja intensidad (caída desde 30 cm), los cascos modernos reducen el impacto a la cabeza entre un 59 y un 63 %, mientras que en los de media intensidad (90 cm) ofrecen una reducción de entre el 67 y el 73 %.

El mecanismo utilizado en las pruebas es un soporte que deja caer
la cabeza desde diferentes alturas. / Foto: J. of  Neurosurgery

Al ser cuestionados los investigadores acerca de la diferencia entre sus resultados y los del estudio antes mencionado del 2011, éstos citaron un problema con la metodología utilizada en aquel estudio, pues las principales pruebas consistieron en provocar una colisión entre una cabeza cubierta con un casco de cuero y otra portando un moderno casco de plástico. El problema es que en esa clase de colisión, el casco moderno absorbía una mayor porción del impacto, creando la impresión de que el de cuero ofrecía una protección similar.

Cabe destacar que el editorial que acompaña la publicación del estudio menciona las discrepancias con el estudio anterior, y enfatiza el hecho de que los cascos de cuero utilizados tienen ochenta años de antigûedad, por lo que no hay manera de saber que tanto deterioro estructural han sufrido en relación a cuando eran usados. A fin de cuentas, es ineludible el hecho de que probablemente nunca habrá un casco capaz de proteger el cerebro al 100%, por lo que las lesiones cerebrales seguirán siendo una parte importante del juego. Aún así, resulta importante que se siga trabajando para disminuir en la medida de lo posible los riesgos de una lesión grave.

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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.