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UFC: El porque de los despidos de Fitch, Volkmann y 14 otros peleadores

Por Alberto Calvo
@albion2112

Esta semana UFC anunció cortes en su roster de peleadores, mismos que se decidieron tras evaluar los eventos más recientes de la empresa. De un total de 16 peleadores despedidos entre martes y miércoles, hubo algunos nombres que sorprendieron a muchos, empezando por el perenne contendiente welter Jon Fitch.

Sorpresivamente, Jon Fitch fue uno de los dieciséis peleadores
que fueron despedidos esta semana por UFC. / Foto: Especial
Los dieciseis peleadores que quedaron desempleados tras los anuncios de martes y miércoles fueron: Ulysses Gomez en peso mosca, Motonobu Tezuka en peso gallo, Josh Grispi en pluma, Jason Volkmann, Paul Sass, C.J. Keith y Terry Etim en ligero, Jon Fitch, Che Mills, Jay Hieron, Jorge Santiago, Simeon Thoresen y Mike Stumpf en welter, Vladimir Matyushenko y Wagner Prado en semicompleto, y Mike Russow en peso completo. Si bien de muchos se esperaba que fuesen dejados en libertad, Fitch, Volkmann y tal vez Che Mills resultaron una sorpresa.

Como era de esperarse los aficionados reaccionaron de distintas maneras a la noticia, con algunos argumentando que la decisión no es más que otra desgracia en la historia reciente de UFC mientras que otros lo encuentran como algo justo o incluso bienvenido. Personalmente no me agrada polarizar tanto mi opinión y prefiero verlo como lo que en realidad es: una decisión de negocios que busca facilitar la logística operativa de UFC.

Sin duda el más polémico de los casos es el de Jon Fitch, peleador que constantemente aparece ranqueado entre los mejores cinco de la división de los welter. Fitch llegó a UFC en 2005 como peleador de peso medio, pero en 2006 hizo el cambio a welter. Tras ocho victorias consecutivas entre 2006 y 2008 recibió una oportunidad por el campeonato, pero cayó ante Georges St-Pierre en UFC 87, en agosto de 2008. Entre 2009 y 2010 ligó otras cinco victorias y parecía camino a una nueva oportunidad por el título, pero empató con BJ Penn y perdió con Johny Hendricks.

El estilo de combate de Fitch siempre fue muy criticado, y puede
haber sido otro factor a la hora de despedirlo. / Foto: Especial
Tras vencer a Erick Silva, Fitch fue dominado y derrotado por Demian Maia, por lo que fue cortado de UFC, y es aquí donde entra la parte de negocios. Fitch tiene el sueldo de un peleador de élite, habiéndo ganado en promedio 60,000 dólares en cada una de sus últimas 4 peleas, sin contar bonos. Ganó sólo una, empató con Penn y perdió las otras dos. Una victoria en sus últimas cuatro peleas quiere decir que tendría que ser programado en carteleras preliminares, o en eventos más chicos, como los de FX o Fuel, y su salario es demasiado alto para esa clase de peleas.

Dana dejó abierta la posibilidad de que regrese a UFC en algún momento, pues es algo que ha ocurrido antes, así que si va a otra promoción y tiene éxito, no está cerrada la posibilidad de verlo retornar al octágono de UFC. Lo mismo aplica para Volkmann, quien tiene record de 6-2 en UFC, pero que en sus últimas tres peleas está 1-2 y, al igual que Fitch, tiene una reputación de ser un peleador poco atractivo para el aficionado casual debido a estilo predominantemente luchístico.

Y hay que considerar también la logística. Con la absorción de los contratos de Strikeforce, UFC tiene en estos momentos más de 470 peleadores bajo contrato. Con un promedio de treinta eventos al año y entre diez y doce peleas por evento, esa cantidad sería manejable si nadie peleara más de un par de veces al año, pero no es así. Dana estima que UFC tiene en estos momentos aproximadamente un centenar de peleadores  más de los que la promoción necesita para funcionar eficientemente, así que no descarta más cortes después de cada uno de los próximos eventos.

Aún cuando es Dana White quien da la cara por UFC, todo apunta
a que Joe Silva es el responsable de los cortes. / Foto: Especial
Casos como el de Fitch sirven como un llamado de atención al resto de sus peleadores: nadie está exento. Tal vez el mensaje es ahora más claro que nunca: si entras al octágono, más vale que lo hagas pensando en pelear para ganar, en buscar finalizar todos y cada uno de tus combates y hacerlo de la manera más atractiva posible. Y si vas a perder, al menos asegúrate de ofrecer un buen espectáculo y dejar satisfecho al público, porque esa puede ser la diferencia entre mantenerte dentro de UFC o unirte a las filas de los desempleados en busca de otra promoción.

Hay quienes dicen que esta política, que si creemos los reportes fue puesta en operación más por Joe Silva que por Dana White, terminará por enriquecer los rosters de peleadores de Bellator o de otras promociones que intentan competir contra UFC, pero a mi no me parece que eso sea algo negativo. Peleadores de alto nivel ayudan a elevar el nivel de competencia, y a mayor nivel de competencia en las distintas empresas, mejor calidad y espectáculo para los aficionados y mayor exigencia para que UFC no baje la guardia. La competencia es sana, y si esto ayuda, bienvenido sea.

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About Alberto Calvo

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.
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