@albion2112
El sábado pasado, cuando Rory MacDonald derrotó de manera categórica a BJ Penn en la Key Arena de Seattle, Washington, el joven canadiense bien pudo haber dado un último empujón hacia el retiro definitivo al veterano prodigio hawaiano.
La derrota ante Rory MacDonald puede haber sido la última vez que vimos a BJ Penn en el octágono de UFC. / Foto: UFC.com |
Penn se concentró entonces en la división de los ligeros, y logró dominarla exitosamente por varios años. Tal vez la falta de retos o de una mayor competencia influyó en que el prodigio no pusiera el mismo empeño en su preparación, y cuando Frankie Edgar llegó a buscar el campeonato que ostentaba el hawaiano, su nivel de intensidad y hambre de triunfo fue demasiado para el hasta entonces campeón. La segunda derrota con Edgar fue un golpe anímico demasiado fuerte, por lo que Penn se tomó su tiempo antes de decidir regresar a la división welter con la idea de intentar llegar hasta una pelea de campeonato que jamás llegaría a concretarse. Y es que la talla de la mayoría de los peleadores de esta división les da una clara ventaja sobre el hawaiano.
Por otro lado, la opción de regresar a los ligeros tampoco parece viable. En la actualidad es una división plagada de talento y donde la velocidad se ha convertido en un arma para muchos peleadores. El ritmo y potencia que muestran los peleadores de más éxito en la división sería demasiado para la versión actual de BJ Penn, y no se me ocurre un nombre de entre la cima de la división que pudiese ser una víctima ideal para el hawaiano.
Queda claro que el problema de Penn no tiene que ver con falta de motivación o una mala preparación. / Foto: UFC.com |
Es triste que un peleador del calibre de Penn se retire de esta manera, con su legado desvaneciéndose poco a poco mientras una nueva generación de peleadores busca ir creando su propio legado, pero es la ley de la vida y el león viejo debe hacerse a un lado y permitir que alguien más joven se convierta en el nuevo líder de la manada.
Tal vez se podría argumentar que se merece una última pelea, una que le permita retirarse en sus propios términos y donde tuviese alguna posibilidad de hacerlo con un triunfo, pero creo que sería algo forzado y artificial, y no creo que el mismo Penn tenga el ánimo como para buscar un último combate ante algún otro veterano. La verdad, me sorprendería mucho volver a ver al hawaiano peleando en el octágono. Ojalá que Penn tenga la gracia y el sentido común para entender que es hora de colgar los guantes y poner pinto final a una carrera que, a pesar de lo complicado de los últimos años, sigue siendo una de las más brillantes en la historia de las Artes Marciales Mixtas.
0 comments:
Publicar un comentario