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Fuerza Rayos: Se repitió la historia, ¿No se aprendió la lección?

Por Gerardo Cuéllar.
@GerardoTaker

Cuando el 24 de Octubre vimos festejar a Dorados en el Estadio Victoria tras eliminarnos de la Copa MX, entre el dolor de ver perder la posibilidad de jugar una Final que sentíamos ya nuestra, muchos pensamos -tratando de ver las cosas positivamente- que se trataba de una derrota que llegaba a tiempo y que nos serviría para no cometer los mismos errores en la liguilla. Nos equivocamos.

La directiva de Necaxa, de la cual el técnico Jaime Ordiales
forma parte fracasó en el Apertura 2012. / Foto: Especial
El pasado sábado, exactamente 30 días después la historia se repitió en un escenario idéntico al de aquella noche. La instancia, Semifinal; El rival, Dorados; El lugar, el Estadio Victoria; La Fecha, 24; La situación, asegurar una Final en casa.

La mesa estaba puesta para cobrar una revancha y llegar a la Final venciendo a aquel equipo que un mes antes nos privó de ver a Necaxa jugarse un título en su casa. El empate conseguido en la visita a Culiacán parecía bueno mas allá de que nos haya gustado o no -en lo personal no- la manera en la que se consiguió. ¿Que pasó?. Nada, sencillamente parece que el equipo no aprendió la lección que los aficionados si aprendimos esa triste noche de Copa.

Podríamos decir que Necaxa, de la mano de Jaime Ordiales, "en el pecado llevó la penitencia" y cayó víctima de su falta de ambición. ¿Por qué Necaxa no jugó como el equipo con la mejor ofensiva o como el líder general durante el partido de Ida?. Ahí se perdió la eliminatoria porque se renunció a atacar y a buscar más goles en calidad de visitante, criterio de desempate que con los dos recibidos en el Estadio Victoria fue lo que a final de cuentas nos marginó de disputar la Final por el título.

El balance del torneo podría ser positivo si tomamos en cuenta que durante el Apertura 2012 se perdieron únicamente tres partidos -1 en Liga y 2 en Copa- pero no puede serlo cuando no ganamos nada y nos quedamos en dos ocasiones en la orilla de la Final jugando en casa y ante el mismo rival. La palabra, por más que algunos la quieran adornar es Fracaso. Con todas y cada una de sus letras.

En lo personal me parece que el responsable del fracaso es el técnico. ¿Por qué?. Porque a lo largo del semestre que el sábado terminó para el equipo, nunca fue capáz de encontrar a un cuadro titular y eso se reflejó en que en los dos partidos ante Dorados vimos a jugadores que a lo largo del torneo tuvieron muy pocos minutos. El planteamiento de la Vuelta si bien no puedo considerarlo como del todo malo, me parece que los ajustes que intentó hacer durante el transcurso del encuentro si lo son. En la Ida podría entender que el no arriesgar, irónicamente fue una apuesta a ganar la serie en casa, misma que no resultó. Sin embargo, lo de la Vuelta es lamentable.

Si, nos marcan un gol en el comienzo del partido y se busca el empate. Comienza el segundo tiempo y se hace un cambio ofensivo, no había más. Lamentablemente cuando se consigue el empate que si bien nos ponía al frente no nos aseguraba la Final -ni el 2-1 de Santoya lo hacía- ese cambio ofensivo nos mostró la cara más medrosa de Jaime Ordiales. La apuesta fue a ese empate y el sacar a un volante -Mosqueda- para darle ingreso a un central -Padilla- nos lo demostró.

Creo que no podemos culpar a Armando Navarrete como se ha hecho a grado tal que parece ser el villano favorito de la afición, tampoco podemos hacerlo con Marvin de la Cruz por hacer sido el autor del gol -autogol- que a la postre nos dejó fuera. Me parece que los dos corren con mala suerte en la acción y nada más. Mucho menos podemos culpar a Víctor Lojero, con quien me parece que se ha sido en demasía injustos. Si, falló un penal en el minuto 85 y después un tiro como ha anotado muchos desde que llegó al equipo. Se equivocó, pero no es para crucificarlo.

Víctor Lojero falló a los 85 minutos una pena máxima que pudo
significar el pase de Necaxa a la Final. / Foto: Liga MX
¿Dónde están aquellos elogios ganados con sus goles a lo largo del torneo y por haber obtenido un título de goleo que no veíamos desde hace 12 años?. ¿Dónde están aquellos adjetivos que lo colocaban como ídolo?, ¿Y aquellas palabras de agradecimiento por desechar ofertas de Primera División para quedarse en Necaxa?. Víctor fue víctima de la presión del momento porque todo el peso de una temporada estaba en sus pies.

Por si fuera poco, un árbitro sin personalidad permitió que con el tiempo que hicieron los visitantes previo al cobro, la presión aumentara. Me parece que el culpar a Víctor o convertirlo de ídolo a chivo expiatorio es lamentable y denota una vez más la doble moral que existe entre los aficionados rojiblancos.

Se acabó la temporada, se fracasó y me parece que más que buscar culpables en la cancha, tendríamos que buscarlos alrededor de ella o en los escritorios de las oficinas de la Casa Club. No hay más que hacer, sino esperar que aquella cantaleta de "el próximo torneo" no tengamos que escucharla de nueva cuenta el próximo mes de mayo. Nos quedamos sin Final, nos quedamos sin revancha y nos quedamos sin ganar nada, lo que invariablemente genra un amargo sabor de boca. Fueron seis buenos meses tirados a la basura por decisión del técnico.
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About Gerardo Taker

Apasionado del mundo de los deportes desde que tiene uso de la razón. Nació en la Ciudad de México y no tiene entre sus planes el abandonar la capital.
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