Por Alberto Calvo.
Tras sufrir su segunda derrota de la temporada jugando en casa ante los Gigantes, los 49ers no contaban con demasiado tiempo para reponerse o analizar la derrota, pues su siguiente compromiso sería el jueves por la noche ante su primer rival dentro de la división Oeste.
Antes del juego había un triple empate en la división, pues tanto los Cardenales como los Seahawks y los 49ers venían con marca de 4-2, lo que daba especial importancia a esta visita de los Seahawks al Candlestick Park. A diferencia de San Francisco, Seattle llegaba con la moral alta luego de haber obtenido una agónica victoria en casa ante los Patriotas de Nueva Inglaterra el domingo pasado.
Tal como se esperaba, se trató de un juego bastante cerrado entre dos equipos sumamente físicos. Podría decirse que los Seahawks están intentando construir sobre el mismo molde que San Francisco, poniendo especial énfasis en el trabajo de la línea para establecer el juego terrestre y limitar el del rival, pero hay que reconocer que se trata aún de un trabajo en proceso y queda todavía mucho que trabajar para estar al mismo nivel.
El primer medio fue muy difícil para los gambusinos, pues tenían problemas para contener los embates de Marshawn Lynch, y la ofensiva no parecía hallar el camino. El marcador al medio tiempo indicaba ventaja para los visitantes por 6-3 y el panorama lucía bastante complicado para los 49ers.
Sin embargo, los ajustes hechos durante el descanso fueron efectivos y al final los californianos se llevaron la victoria con marcador de 13-6 tras jugar una segunda mitad de dominio físico en todas las áreas del juego que resultó reminiscente de algunos de los mejores momentos del equipo durante la temporada pasada.
El ataque aéreo comandado por Alex Smith se mostró poco efectivo ante la dura defensiva secundaria de Seattle, conformándose con algunas jugadas de corto yardaje y pases pantalla. Afortunadamente el ataque terrestre lució mucho mejor, y Frank Gore corrió para 92 yardas en la segunda mitad. El recio corredor finalizó la noche con 182 yardas totales antes de dejar el juego con una molestia en las costillas.
La defensiva tuvo otra gran actuación, y tras corregir los problemas de tacleo vistos en el primer medio, tuvieron un cierre espectacular. Seattle no hizo puntos en la segunda mitad, su ataque aéreo fue anulado por completo permitiendo sólo 19 yardas en 3 pases completos. Las últimas cuatro posesiones de los Seahawks sumaron apenas 37 yardas, siendo evidencia clara del dominio establecido en la parte final del juego.
Hubo cierta controversia al final del juego cuando Jim Harbaugh rechazó un castigo que hubiese resultado en un safety y Seattle hubiese tenido que entregar el balón, pero creo que fue la decisión correcta. Preferible acabar el juego con un par de rodillas a tierra que arriesgar alguna lesión en la patada corta o en alguna jugada adicional.
La próxima semana los 49ers visitan a los Cardenales de Arizona en busca de consolidar su liderato en la división antes de tomar su descanso en la semana 9.
Tras sufrir su segunda derrota de la temporada jugando en casa ante los Gigantes, los 49ers no contaban con demasiado tiempo para reponerse o analizar la derrota, pues su siguiente compromiso sería el jueves por la noche ante su primer rival dentro de la división Oeste.
La defensiva de los 49ers pasó algunos apuros en el primer medio pero al final dominó a los Seahawks. / Foto: Especial |
Tal como se esperaba, se trató de un juego bastante cerrado entre dos equipos sumamente físicos. Podría decirse que los Seahawks están intentando construir sobre el mismo molde que San Francisco, poniendo especial énfasis en el trabajo de la línea para establecer el juego terrestre y limitar el del rival, pero hay que reconocer que se trata aún de un trabajo en proceso y queda todavía mucho que trabajar para estar al mismo nivel.
Frank Gore volvió a ser el centro de la ofensiva de los 49ers y resultó pieza clave para obtener la victoria. / Foto: Especial |
Sin embargo, los ajustes hechos durante el descanso fueron efectivos y al final los californianos se llevaron la victoria con marcador de 13-6 tras jugar una segunda mitad de dominio físico en todas las áreas del juego que resultó reminiscente de algunos de los mejores momentos del equipo durante la temporada pasada.
El ataque aéreo comandado por Alex Smith se mostró poco efectivo ante la dura defensiva secundaria de Seattle, conformándose con algunas jugadas de corto yardaje y pases pantalla. Afortunadamente el ataque terrestre lució mucho mejor, y Frank Gore corrió para 92 yardas en la segunda mitad. El recio corredor finalizó la noche con 182 yardas totales antes de dejar el juego con una molestia en las costillas.
La defensiva tuvo otra gran actuación, y tras corregir los problemas de tacleo vistos en el primer medio, tuvieron un cierre espectacular. Seattle no hizo puntos en la segunda mitad, su ataque aéreo fue anulado por completo permitiendo sólo 19 yardas en 3 pases completos. Las últimas cuatro posesiones de los Seahawks sumaron apenas 37 yardas, siendo evidencia clara del dominio establecido en la parte final del juego.
Hubo cierta controversia al final del juego cuando Jim Harbaugh rechazó un castigo que hubiese resultado en un safety y Seattle hubiese tenido que entregar el balón, pero creo que fue la decisión correcta. Preferible acabar el juego con un par de rodillas a tierra que arriesgar alguna lesión en la patada corta o en alguna jugada adicional.
La próxima semana los 49ers visitan a los Cardenales de Arizona en busca de consolidar su liderato en la división antes de tomar su descanso en la semana 9.
0 comments:
Publicar un comentario