Por Alberto Calvo.
En mi texto previo a la celebración del UFC 152 comenté que el evento no sería transmitido por televisión en América Latina, y un par de días después de realizada la función todavía no sabemos a que se debió esa decisión.
En el caso particular de México no hubo siquiera la opción de poder verlo en linea de manera gratuita, quedando como únicas opciones disponibles 1) comprar la opción de vídeo on demand en UFC.tv, o 2) acudir a una sala de Cinépolis para disfrutarlo en la pantalla grande. A juzgar por los comentarios tanto en el sitio oficial de UFC como en diversos foros de discusión y en las redes sociales, esta situación causó malestar entre los aficionados a las Artes Marciales Mixtas.
Y la molestia de los aficionados es comprensible, pues aún cuando UFC está en todo su derecho de transmitir sus eventos por los medios y en los formatos que a ellos más les convengan, el cambiar sin previo aviso es una falta de respeto para la audiencia.
Al referirme a sin previo aviso no quiero decir que haya sido completamente de último minuto, pues ya había publicidad señalando que el evento estaría disponible en salas selectas de diversos complejos Cinépolis en México y otros países de Centro y Sudamérica. Lo que se aviso con apenas unos días de anticipación fue que el evento no sería transmitido por Fox Sports, cadena de tv de paga con la que UFC tiene ya una larga historia de colaboración y con la cual -o al menos con su matriz estadounidense- firmó un reciente contrato de transmisión.
Uno de los principales problemas de convertir a Cinépolis en una opción exclusiva, es que limita la audiencia potencial del evento tanto geográfica como económicamente. La popular cadena de cines tiene presencia en muchas ciudades de México, pero no en todas, y apuesto a que hay muchos lugares donde hay suscriptores de Fox Sports que no tienen acceso a un complejo de éstos, o peor aún, que tengan cerca alguno, pero no uno donde estuviese disponible el evento.
El mismo caso se debe dar en otros países, lo que ayudaría a entender tantas reacciones negativas. En lo que se refiere a lo económico, el boleto en Cinépolis costaba 180 pesos, costó más elevado que el de otros eventos deportivos proyectados en pantalla grande, y con la desventaja de no ofrecer alguna alternativa para grupos grandes, pues ni siquiera hay la opción de PPV en México, que podría interesar a bares, restaurantes, y/o grupos de amigos o vecinos.
Ignoro hasta donde hubiese alguna responsabilidad de Cinépolis en la decisión de no ofrecer otras altermativas, pero es un hecho que la impresión causada por el hecho es que la intención era asegurar el lleno en las salas de cine.
Yo no estoy en contra de que UFC o sus socios comerciales hagan dinero con sus eventos, pues a fin de cuentas es un negocio, pero me parece que el momento para realizar una maniobra como esta no fue el mejor posible, con la reciente cancelación de un evento y a las críticas a la calidad de la cartelera presentada en otros eventos recientes.
Creo que si la idea es ir buscando la transición de cara e eventualmente ofrecer los eventos en Pay-per-View, habría que buscar un modo de hacerlo de manera gradual, quizás convirtiendo las opciones de Cinépolis y video-on-demand en las únicas posibilidades para ver el evento en vivo y manteniendo la transmisión de Fox como una alternativa en horario diferido, o algún otro mecanismo que les permita generar ingresos sin alienar a los aficionados.
Lo peor es que probablemente nunca sabremos que fue lo que hubo detrás de la decisión, ni el impacto que esta tuvo en lo referente a afluencia a las salas o ventas del evento por internet, así que no nos quedará mas remedio que seguir especulando.
En mi texto previo a la celebración del UFC 152 comenté que el evento no sería transmitido por televisión en América Latina, y un par de días después de realizada la función todavía no sabemos a que se debió esa decisión.
Tras la cancelación del UFC 151, UFC 152 fue el primer evento de artes marciales mixtas exhibido en Cinépolis. / Foto: Especial |
Y la molestia de los aficionados es comprensible, pues aún cuando UFC está en todo su derecho de transmitir sus eventos por los medios y en los formatos que a ellos más les convengan, el cambiar sin previo aviso es una falta de respeto para la audiencia.
Al referirme a sin previo aviso no quiero decir que haya sido completamente de último minuto, pues ya había publicidad señalando que el evento estaría disponible en salas selectas de diversos complejos Cinépolis en México y otros países de Centro y Sudamérica. Lo que se aviso con apenas unos días de anticipación fue que el evento no sería transmitido por Fox Sports, cadena de tv de paga con la que UFC tiene ya una larga historia de colaboración y con la cual -o al menos con su matriz estadounidense- firmó un reciente contrato de transmisión.
Solo en algunos complejos de Cinépolis estaba disponible el evento. / Foto: Especial |
yo si pude verlo en linea de manera gratuita, y por lo menos deberían hacerle como los ppv de wwe donde te tienes la opción de ir al cine o comprarlo a tu sistema de cable
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