La semana pasada, previo a los días de descanso, los Santos de Nueva Orleams presentaron una apelación a la NFL en busca de obtener una reducción en las sanciones impuestas por la liga en torno al caso de su programa de recompensas. También apelaron sus sanciones individuales el Gerente General del equipo, Mickey Loomis, y los entrenadores Sean Payton y Joe Vitt, siendo Gregg Williams el único afectado quye no apeló la decisión.
No prosperaron las apelaciones de Sean Payton y Mickey Loomis, así que solo les resta ver al futuro. / Foto: Especial |
No es ninguna sorpresa que la liga haya reafirmado las sanciones que estableció, pues el tema de la seguridad para los jugadores es de primordial importancia para la NFL y es el tema que ha marcado la gestión de Roger Godell como comisionado de la liga, pues hay que recordar que ha habido demandas de ex-jugadores que buscaban reparación de daños argumentando que la liga no hacía lo suficiente para protegerlos. De hecho, considero que fue un error el haber presentado las apelaciones, al menos en los casos individuales y muy en particular en el de Sean Payton.
¿Cómo puede una persona presentarse en público y decir que se siente arrepentida y acepta su responsabilidad y su castigo, solo para unos días después presentar un recurso legal diciendo que están siendo demasiado severos? Es incongruente, y en el caso del entrenador en jefe de los Santos creo que puede haber dañado su situación más que intentar resolverla. Si Sean Payton hubiese mantenido su postura de estar arrepentido y hubiese buscado el modo de involucrarse en programas preventivos, quizás hablando ante jugadores y entrenadores colegiales, no me parece descabellado pensar que su castigo hubiese sido retirado antes del plazo establecido.
Sean Payton sirvió bajo Parcells en los Vaqueros y esperaba convencerlo de encargarse de los Santos. / Foto: Especial |
Por lo pronto, la cuestión más urgente sería la de establecer quien será el entrenador en jefe para la temporada 2012. El propio Payton había sugerido que su antiguo mentor, Bill Parcells se hiciese cargo del equipo mientras el cumplía con su castigo.
En un principio el legendario entrenador se mostró abierto a la idea, aunque se cuidó de no confirmar nada y hablar meramente de su amistad con Sean Payton. Finalmente, el día de ayer el ex-entrenador anunció que tenía la intención de permanecer en el retiro, y agradeció el interés de los Santos por sus servicios.
La verdad es que no me sorprende que Parcells haya preferido no regresar a la liga bajo las especiales circunstancias que rodean en estos momentos a los Santos. No solo estaría trabajando con un staff que el no reunió, si no que lo haría rodeado de circunstancias especiales, no contando con un gerente fijo para toda la campaña ni teniendo un peso real en la toma de decisiones. Simplemente era un trabajo con más complicaciones que posibles recompensas.
Las mismas condiciones especiales del caso hacen difícil pensar que los Santos vayan a buscar un entrenador interino fuera de la propia institución. El candidato ideal para hacerse cargo del trabajo en ausencia de Sean Payton sería Joe Vitt, pero el estará ausente durante la primera parte de la temporada, lo que hace pensar que los otros candidatos serían Pete Carmichael, coordinador ofensivo del equipo, Steve Spagnuolo, el nuevo coordinador defensivo, o Aaron Kromer, entrenador de la línea ofensiva.
Vitt parece el candidato más viable a convertirse en entrenador en jefe, aún si también necesitará un interino. / Foto: Especial |
Creo que lo más sensato sería poner a Joe Vitt, cuya suspensión inicia una vez concluida la pretemporada, a cargo del equipo, y designar a Kromer como responsable durante los primeros seis juegos y hasta que Vitt se reincorpore al equipo.
Como quiera que sea, sin duda será una temporada complicada para Nueva Orleans, pues además de las mencionadas suspensiones y sanciones, cabe recordar que aún no se han anunciado las medidas disciplinarias que se tomarán contra los jugadores involucrados en el problema de las recompensas. Sumemos la situación de Drew Brees y su insatisfacción ante el haber sido designado como jugador franquicia en vez de recibir un contrato a largo plazo, y pinta para ser un año muy difícil para los Santos.
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