Por Gerardo Cuéllar.
@GerardoTaker
Después de haberse mostrado aplastantes en los triunfos conseguidos en la semana 7 ante los San Francisco 49ers y en la 8 ante los San Diego Chargers, los Broncos tuvieron diez días para preparar su partido de la novena semana ante los New England Patriots, rival ante el que se disputó el Juego de Campeonato de la AFC la campaña pasada.
C.J. Anderson rompió tackleadas y llevó el balón 51 yardas para que los Broncos despertaran. / Foto: Denver Broncos |
Esa derrota ante New England podría pesarnos más adelante si nos encontramos al equipo de Bill Belichik en los playoffs, en especial porque desde ahora, amén del récord final con el que ambos equipos terminen la temporada, un desempate estaría a favor de ellos y se debería jugar de nueva cuenta en su casa, situación más que peligrosa en especial si consideramos que son Broncos y Patriots los dos más serios candidatos para llegar al Super Bowl.
Por fortuna, después de ese trago amargo en Foxboro, el calendario, al menos en la semana 10 jugada el fin de semana pasado lucía benévolo con el equipo, mismo que debería viajar a Oakland para enfrentar al rival más odiado, unos débiles Raiders que no han ganado en la temporada y que están próximos a cumplir un año desde su último triunfo.
La visita al Colisseum de Oakland lucía como una buena oportunidad para olvidarse de la sacudida recibida ante los Patriots. Tristemente, el partido ante los 'malosos' estuvo lejos de ser sencillo durante la primera mitad, en la que bien podríamos haber sido testigos de la peor actuación de los Broncos en lo que va de la temporada.
Peyton Manning lució mal durante esa primera mitad del encuentro en Oakland y daba la impresión de que su brazo no se encontraba en óptimas condiciones. El ataque del equipo fue débil y los pases cortos, así como las corridas fueron una constante en los primeros treinta minutos de juego ante los Raiders, amén de la increíble cantidad de pases incompletos y bateados en la línea, así como las dos intercepciones sufridas.
No solo bastaba con ver la pizarra y un 10-6 a favor de Oakland para darnos cuenta de que algo estaba mal. La actuación del equipo era penosa ante el peor equipo de la liga y no fue sino hasta que C.J. Anderson convirtió un pase pantalla en un touchdown de 51 yardas que el equipo despertó y silenció al 'hoyo negro' de los Raiders.
De la mano de Tom Brady, los Patriots sacudieron de fea forma al equipo en el duelo de la Semana 9. / Foto: Denver Broncos |
Al igual que en el mencionado encuentro ante los 49ers, John Fox dio descanso a Manning durante todo el último cuarto en un partido en el que si se ve el marcador de 41-17 podría pensarse que fue sencillo o que el equipo brindó una gran actuación. No fue así, la tarde los Broncos en Oakland no fue muy diferente de lo que se ofreció en Foxboro.
La diferencia radica en el nivel del equipo que se tuvo enfrente, ya que no es lo mismo ofrecer una actuación regular ante un cuadro contendiente, que hacerlo ante un equipo que tiene un año sin ganar y en el que los errores sobre el emparrillado están a la orden del día. Denver no fue una máquina en Oakland y eso debe preocuparnos tomando en cuenta que esta semana se visitará a un cuadro fuerte como son los St. Louis Rams.
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