@albion2112
Lo he comentado antes, pero es necesario volver a decirlo una y otra vez. Los Vaqueros de Dallas tienen un gran obstáculo que les impide avanzar y convertirse en un equipo contendiente, y se trata de su dueño, presidente, gerente general y cualquier otro cargo que él considere pertinente.
Jerry Jones afirma confiar en Jason Garrett, pero sus decisiones parecen disminuir sus posibilidades de éxito. / Foto: Especial |
Hace algunos días comenté sobre la muestra de necedad que representaba que Jones hubiera decidido no deshacerse de Monte Kiffin, su fallido coordinador defensivo, a pesar de haber tenido la peor unidad defensiva de toda la NFL, y una de las peores de toda la historia, sobre todo considerando que un año antes no tuvo consideración alguna con Rob Ryan, y esta semana los Vaqueros anunciaron que el veterano entrenador será relevado de sus funciones como coordinador, pero seguirá siendo parte del staff, ahora como asistente defensivo del entrenador en jefe.
El nuevo coordinador defensivo será Rod Marinelli, quien se venía desempeñando como entrenador de la línea defensiva, y quien seguramente no hará cambios drásticos en el esquema defensivo del equipo, no sólo por ser parte del staff que desarrolló e implementó el esquema actual, si no porque además se trata de un entrenador que ya ha servido como asistente de Kiffin en el pasado, remontándonos incluso a sus años como parte de los Bucaneros de Tampa Bay, donde surgió el esquema defensivo conocido como Tampa 2, del cual actualmente los Vaqueros usan una versión.
En lo que se refiere a la ofensiva, el nuevo esquema jerárquico parece ser un enredo aun mayor. Durante la temporada 2012, Bill Callahan ya era el coordinador ofensivo, pero seguía siendo el propio Jason Garrett el encargado de desarrollar el plan de juego por pase semana a semana, y de llamar las jugadas durante el partido. Para el 2013, Callahan finalmente asumió la responsabilidad de llamar todas las jugadas a la ofensiva, aunque Garrett conservó el derecho de aprobar cada una de estas antes de pasarla a Tony Romo.
Aparentemente el papel de Linehan será muy similar al que tenía el propio Garrett hace un par de años, convirtiéndose así en el tercer entrenador responsable de mandar las jugadas ofensivas de Dallas en los últimos tres años. Si esa clase de inestabilidad en un cargo tan importante es poco deseable, en el caso de los Vaqueros es además muy extraña, pues Linehan -quien no hizo mucho para resolver los problemas de Matthew Stafford-, trabajará en estrecha colaboración con los dos hombres que tuvieron esa misma responsabilidad antes que él, Callahan y el propio Garrett.
Ahora los Vaqueros cuentan con una confusa estructura de entrenadores, habiendo cinco personas a cargo de dirigir el plan de juego, y donde no está del todo claro cuales son las responsabilidades de cada uno de ellos. Habría que señalar, además, que con la adición de Linehan, ahora los Vaqueros tienen a tres entrenadores con experiencia (fallida) de entrenador en jefe tratando de asistir a otro que tampoco parece estarlo haciendo bien. ¿Qué más necesita salir mal para que Jones cambie su forma de trabajar?
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