@albion2112
La semana 13 de la NFL cerró este lunes por la noche con la visita de los Santos de Nueva Orleans a los Seahawks de Seattle, en una noche en que la portuaria ciudad del noroeste de los Estados Unidos recuperó el récord del estadio más ruidoso en el mundo.
El 12th Man, la escandalosa afición del CenturyLink Field, puede borrar sin esfuerzo a cualquier ofensiva rival. / Foto: Especial |
Cuando los pulpilos de Pete Carroll viajan para jugar en otras ciudades, han pasado apuros para vencer a equipos de primer nivel. Sin embargo, lo importante es que sin importar el modo o las circunstancias, han encontrado la manera de ganar esos juegos, y eso es lo que los tiene en la primera posición y vislumbrando la posibilidad de jugar en casa todos los playoffs. El CenturyLink Field es probablemente el estadio más complicado para visitar, y todo apunta a que la final de la Conferencia Oeste se realizará ahí. San Francisco la pasó mal en su visita en septiembre pasado, y anoche ocurrió lo mismo a los Santos.
Los Seahawks se han convertido en los favoritos para representar a la NFC en el Super Bowl, y el dominio que ejercen sobre sus rivales al jugar en casa es un importante factor para que se les considere de esa manera. No importa que tan buena sea una ofensiva, la combinación del ruido y el talentoso grupo defensivo de Seattle parecen ser suficientes para controlar a quien sea. Los Santos anotaron solamente siete puntos en el juego de anoche, la menor cantidad que consiguen en un juego desde el 2006, cuando Sean Payton se hizo cargo del equipo.
Russell wilson ha jugado de tal modo que no hay que descartarlo a la hora de discutir el posible MVP de la liga. / Foto: Especial |
Puede ser que en estos momentos el único punto débil de los Seahawks sea, precisamente, su ataque terrestre. De las 45 yardas de Lynch, 14 se dieron en una sola jugada, lo que quiere decir que las restantes 31 se repartieron entre quince acarreos. El prolífico corredor se encontró frecuentemente con defensivos antes de poder alcanzar siquiera la línea de golpeo. El problema pareced ser la línea ofensiva en general, pero la movilidad e inteligencia de Russell Wilson hace que el problema no se haga aparente también en el juego aéreo.
Los Seahawks son el equipo a vencer para cualquiera que pretenda alcanzar el Super Bowl, y pese a que podemos pensar que Carolina, San Francisco y Nueva Orleans pueden hallar algunas soluciones para ello, el poder ejecutarlas en el hostil entorno del CenturyLink Field es lo que luce bastante complicado. Habrá que ver si un mes basta para que alguien descifre algún modo de sobreponerse al reto.
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