@albion2112
Los Texanos de Houston, que hacía algunos meses parecían haber doblado la esquina y haber finalmente desarrollado el potencial para convertirse en equipo contendiente, atraviesan por una crisis, y sólo hay un posible culpable a quien responsabilizar de ella.
T.J. Yates remplazó a Matt Schaub en el tercer cuarto, pero dejó en claro que no es la solución a los problemas. / Foto: Especial |
La razón para que Schaub no se encontrase en el terreno de juego cuando se dio el más reciente 'pick six' sufrido por los Texanos es simple: salió lesionado unos minutos antes al ser tacleado por Chris Long, de los Carneros de San Luis. Houston caía 31-6 en ese momento -mediados del tercer cuarto-, y no se veía de que manera pudiesen montar un regreso. Schaub se lastimó el tobillo y tuvo que abandonar el terreno de juego para no volver, siendo sustituido por su suplente desde el 2011, T.J. Yates.
En ese momento la afición de los Texanos hizo algo patético y censurable. Mientras Schaub se revolcaba en medio del dolor, el público vitoreó que estuviese lastimado. Cuando T. J. Yates ingresó al terreno de juego minutos más tarde, fue recibido con una ovación. Podría tratarse de karma, o simplemente de un indicativo de que estaban buscando culpables en el lugar equivocado, pero el festivo ambiente que recibió a Yates no duró mucho . En zona roja y buscando anotar, el quinto envío de Yates fue interceptado en la yarda 2 y devuelto hasta las diagonales.
Matt Schaub sigue siendo la mejor opción para Houston, pero podría no jugar contra los Jefes el domingo. / Foto: Especial |
La defensiva se suponía había reforzado algunas posiciones y se encontraba lista para ser aun más dominante que el año pasado, pero eso no ha ocurrido. Wade Philips no sabe que hacer para mejorar la situación, y la falta de producción a la ofensiva no hace más que incrementar la presión sobre la unidad que dirige, donde pareciera ser que el único jugador que, por ahora, puede escapar a las críticas, es T.J. Yates. Sin embargo, creo que si se trata de hallar un responsable del mal momento de los Texanos, sólo hay un nombre que discutir: Gary Kubiak.
Volviendo al tema de las intercepciones, la gran mayoría de ellas se han dado por errores de lectura de parte del QB, y aquí es importante señalar algo: los Texanos son uno de los pocos equipos que no permiten que su mariscal de campo cambie la jugada en la formación. No importa si se trata de Schaub o de Yates, y sin importar lo que presente la defensiva, el quarterback tiene que sacar la jugada que le indicaron. Si no permites que tu QB haga lecturas de la defensiva, ¿cómo le recriminas que no anticipe los movimientos de la defensiva secundaria?
Gary Kubiak podría estar viviendo su última temporada como entrenador en jefe de los Texanos de Houston. / Foto: Especial |
Los Texanos carecen de una identidad ofensiva, y parecen incluso estar contagiando a su defensiva con su juego tímido y tentativo. Esa clase de problemas de actitud suelen ser resultado de una falta de liderazgo, así que Kubiak parece ser el único responsable. Creo que él y Rick Dennison, su coordinador ofensivo, harían bien en modificar el sistema ofensivo para apoyarse en su ataque terrestre, encabezado por los corredores Arian Foster y Ben Tate, a fin de quitar presión a quienquiera que sea su QB y de dar descanso a una defensiva que necesita recuperar el aliento.
La buena noticia para los Texanos es que la mayoría de sus problemas tienen solución. La mala es que quizás no tengan a la persona más adecuada para implementarla. Para complicar más las cosas, los Texanos visitan este domingo a los invictos Jefes de Kansas City, quienes poseen una de las defensivas más agresivas y disciplinadas de la NFL. Dudo que Schaub juegue, y lo más preocupante es que Kubiak no sabe siquiera si usará a Yates o al tercer QB, Case Keenum.
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