@albion2112
Desde hace más de una década existe un cierto aire de misticismo alrededor de Bill Bellichick, quien suele ser considerado como el mejor entrenador de la NFL en la actualidad, y uno de los mejores de todos los tiempos, y con justa razón.
Bill Bellichick es considerado uno de los grandes estrategas de la NFL, y su equipo está reforzando esa noción. / Foto: Especial |
El final del partido del domingo ante los Santos de Nueva Orleans fue otro regreso más que apuntar a la carrera de Tom Brady, quien suma ya treinta y dos ofensivas para ganar un partido en los minutos finales. En el papel ese era un juego que los Pats tendrían que haber perdido, pero la disciplina y ejecución de su defensiva les permitió mantener el juego cerrado, y mientras tengan a Tom Brady al frente de su ofensiva serán un equipo al que no se puede dar por muerto. Lo más sorprendente del inicio de temporada de los Pats es, sin duda, el personal con que lo están logrando.
El año pasado vimos a Tom Brady comandar una de las ofensivas más peligrosas y explosivas de la liga, siendo complementado por jugadores como Wes Welker -ahora con Denver-, Brandon Lloyd -desempleado-, Rob Gronkowski -lesionado-, Aaron Hernandez -en la cárcel-, y Danny Woodhead -ahora parte de los Cargadores-, sin duda un talentoso grupo de jugadores. Ahora está rodeado de gente como los novatos Kenbrell Thompkins, Aaron Dobson, los dos o tres cuartos al mes que Danny Amendola puede mantenerse sano, y Julian Edelman, a quienes se acaba de sumar el también propenso a lesiones Austin Collie.
Es difícil pensar en una combinación de entrenador y quarterback tan exitosa como Tom Brady y Bill Bellichick. / Foto: Especial |
La defensiva, uno de los sellos característicos de los equipos de Bellichick, ha jugado de gran manera, con un plan de juego diseñado semana tras semana para anular la principal arma ofensiva de su rival en turno. Por ejemplo, el domingo, el objetivo primario fue Jimmy Graham, considerado como el mejor ala cerrado de la liga y una pesadilla de cobertura para cualquier defensiva en la NFL. Bellichick y su gente asignaron a Aqib Talib a marcarlo personalmente durante todo el partido, y como resultado Graham no tuvo una sola recepción en el partido.
Más importante aun, el esquema defensivo no se convierte en una situación de elegir su veneno, anulando a un hombre y forzando a la aparición de otros. La defensiva hace un gran trabajo de cobertura en la secundaria sin dejar huecos para los corredores, dificultando el accionar de cualquier ataque, incluso uno tan variado y lleno de opciones como es de Nueva Orleans. Y las lesiones, que se siguen sumando, pasan desapercibidas. Hace un par de semanas, el estelar tacle nariz Vince Willfork se lesionó y estará fuera por el resto de la temporada. Esta semana fue el linebacker Jerod Mayo.
De alguna manera, el plantel parece lo suficientemente vasto como para suplir las ausencias sin por ello bajar el nivel de juego, lo que resulta aun más impresionante considerando que los Pats tienen en el roster a un total de catorce jugadores novatos, lo que representa más de la cuarta parte del plantel. De los catorce jugadores de primer año, sólo siete de ellos fueron tomados en el draft, con el resto, jugadores ignorados por los otros 31 equipos, firmados en la agencia libre. Si eso no es seña de un gran trabajo de scouts y entrenadores, no sé que es.
Habrá que seguir de cerca a los Pats, pues a pesar de las deficiencias mostradas por sus receptores y la curva de aprendizaje de algunos de los novatos, están ganando sus partidos. Llegado diciembre, estos mismos jugadores serán menos propensos a cometer errores, y algunos de los jugadores lesionados, como Gronkowski o Shane Vereen, estarán completamente rehabilitados e integrados al equipo, haciendolo un rival de cuidado en la recta final de la temporada y en los playoffs. Cuidado con estos Pats.
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