@albion2112
Uno de los aspectos más atractivos de la cartelera del recién celebrado UFC on FOX: Henderson vs Diaz, independientemente de la pelea titular que la encabezaba, eran dos duelos generacionales, ambos entre una leyenda y un joven peleador en ascenso, y en ambos casos se impuso la juventud.
Rory MacDonald dominó de principio a fin al prodigio hawaiano y obtuvo una victoria que puede marcar su carrera. / Foto: UFC.com |
Este dominio de distintos aspectos de las artes marciales es lo que los convierte en peleadores tan exitosos, pues pueden adaptar su estilo de combate de acuerdo a su oponente a fin de explotar mejor sus vulnerabilidades o aprovechar las áreas en que llevan la ventaja. En el caso de MacDonald esrta habilidad ha quedado de manifiesto en sus últimos dos combates. En UFC 145 enfrentó al británico Che Mills, y tras intercambiar golpes en el primer asalto optó por llevar la pelea al piso en el segundo, dominando por completo a su oponente hasta obtener la victoria por knockout gracias a su ground and pound.
Ante BJ Penn era evidente una ventaja en tamaño y alcance, y MacDonald supo capitalizarla en la pelea de pie, haciendo uso de una eficaz combinación de golpes y patadas para mantener al hawaiano permanentemente a la defensiva. A pesar de que anteriormente había demostrado ser un peleador eficaz en el piso, tanto con su ground and pound como en busca de sumisiones, no tenía sentido renunciar a la ventaja que representaba intercambiar golpes con el hawaiano.
Con cada pelea MacDonald parece agregar movimientos a su repertorio ofensivo, y ésta no fue la excepción. /foto: UFC.com |
Por lo pronto MacDonald tiene claros sus objetivos, y el siguiente es un paso lógico y que a la vez tiene mucho sentido. Al finalizar la pelea, antes de realizar cualquier comentario acerca de la misma, Rory aprovechó el micrófono para anunciar su deseo de tener una revancha ante el único peleador que lo ha derrotado, Carlos Condit. Sin duda sería una pelea muy atractiva para la empresa, además de de darse y presentarse una victoria de MacDonald, lo colocaría entre la élite de la división y en la lista corta de posibles contendientes al título.
Lo cual podría, efectivamente, convertirlo en el próximo Georges St-Pierre.
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