@albion2112
La semana 12 de la temporada 2012 de la NBA arrancó con los tradicionales juegos del Día de Acción de Gracias en Dallas y Detroit, y el juego nocturno, que en esta ocasión se celebró en Nueva Jersey. Curiosamente, ganaron todos los equipos visitantes. Sin duda alguna el partido más dramático fue el de mediodía, donde los Leones recibieron la visita de los Texanos de Houston.
Jim Schwartz incurrió en una falta al lanzar el pañuelo rojo cuando no debía y le costó siete puntos a su equipo. / Foto: Especial |
Sin embargo, hay dos jugadas que serán las más comentadas y recordadas de este juego, aún por encima del drama del tiempo suplementario, una porqwue pudo cambiar el rumbo del juego, y la otra por las implicaciones que puede tener después de éste.
La primera de ellas se dio por un error mental de Jim Schwartz, entrenador en jefe de los Leones, luego de una polémica jugada en el tercer cuarto, cuando su equipo se encontraba arriba en el marcador 24-14. El balón estaba en posesión de los Texanos, quienes desde su propia yarda 19 enfrentaban segunda y diez. Una carrera por el centro de Justin Forsett pareció terminar tras ocho yardas, aunque el jugador lucho por recuperar el balance y se levantó para seguir corriendo hasta alcanzar las diagonales. No hubo silbatazos, pero parecía evidente que la jugada había terminado en la yarda 27.
Por regla, los oficiales deben revisar todas las jugadas de anotación, así que lo más probable era que tras la revisión las cebras colocasen el balón en la yarda 27 y decretasen la tercera oportunidad. Sin embargo, Jim Schwartz no tuvo la paciencia necesaria y en cuanto se marco la anotación arrojó el pañuelo rojo al campo para exigir la revisión de la jugada. La regla dice que un entrenador no puede tirar el pañuelo para pedir una revisión en una jugada que se revisa automáticamente, como son las anotaciones y pérdidas de balón, así que los Leones fueron penalizados con quince yardas por conducta anti-deportiva, y la jugada ya no se revisó.
Schwartz se dio cuenta de su error y con señas se lo hizo saber a su staff y sus jugadores, pero eso no cambia el hecho de que una decisión impulsiva del explosivo entrenador le costó un touchdown en contra a su equipo en un momento en que estaban en control del juego y tenían ventaja de diez puntos.
Ndamukong Suh se vio involucrado por segundo año seguido en un incidente el Día de Acción de Gracias. / Foto: Especial |
Lo que nos lleva al caso de Ndamukong Suh, el siempre polémico tacle de los Leones, quien el año pasado, el Día de Acción de Gracias, se convirtiese en el centro de discusiones a causa del pisotón que le dio a un jugador de los Empacadores de Green Bay. Esa acción le costó una multa de parte de la liga, y tal pareciera que no aprendió la lección. El día de ayer, al terminar una jugada en la que fue arrojado al piso por uno de los hombres de línea de los Texanos, Suh giró de una manera extraña y "accidentalmente" pateó a Matt Schaub en la entrepierna.
Las reacciones no se hicieron esperar. Los comentaristas de la cadena americana criticaron su comportamiento, sus compañeros prefirieron no hacer declaraciones, Schaub comentó que no tenía nada que decir ni de esa jugada ni de esa persona, y el propio Suh se aseguró de abandonar el vestidor de su equipo antes de que la prensa recibiese acceso al mismo. La NFL aseguró que se revisará la jugada antes de tomar una decisión acerca de algún posible castigo o sanción, pero los antecedentes del jugador pesarán y casi seguro enfrentará una nueva multa.
Suh ha sido duramente criticado en el pasado porque muchos consideran que es un jugador sucio, a quien no le molesta cometer infracciones cada vez que cree que puede salirse con la suya, y quien tiene además un historial de problemas que apuntan a una personalidad conflictiva y sumamente agresiva. La NFL ha intentado hacer énfasis en el juego limpio y en reducir al mínimo las lesiones, por lo que las acciones de Suh serán castigadas con la mayor severidad posible, sobre todo considerando su reincidencia.
Los Leones atraviesan un momento complicado, pues están en el fondo de su división y aparentemente fuera de toda posibilidad de alcanzar los playoffs, por lo que esta clase de problemas son lo último que necesitan. Deshacerse de Schwartz en busca de alguien capaz de imponer disciplina no sería una idea descabellada, sobre todo después de lo mal que les está yendo esta temporada, pero habrá que esperar al final de la misma para ver que medidas toman en la ciudad de los motores para tratar de enderezar el rumbo de su equipo.
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