Por: Fernando Salazar
@mc_dielf
La lucha que abrió el cartel fue la de Randy Orton y Alberto del Río, y fue un encuentro que dejó mucho que desear porque ambos gladiadores tenían mucho más para dar. Queda claro que esta lucha fue de relleno en el cartel, aunque hay que apuntar que Del Río buscó en todo momento llevarse la victoria con su barra de brazo. Randy Orton aprovechó un error de la “esencia de la Excelencia” y se lleva la victoria tras aplicar un súper R.K.O desde el esquinero a Alberto Del Río.
La usual palanca al brazo de Alberto del Rio no fue suficiente para doblegar a Randy Orton en Hell in a Cell. / Foto: Especial |
A continuación Kofi Kingston se enfrentó a The Miz por el Campeonato Intercontinental. A pesar que Kofi fue duramente golpeado y, literalmente, arrastrado por la lona durante la mayor parte del combate, al final se llevó la victoria con una patada “resuelve problemas en el paraíso”. Debemos destacar que Miz dio una buena lucha, una lucha como no había dado hace mucho tiempo. Este combate prometía mucho, pero creo que dejo insatisfechos a la mayoría de los fanáticos, pues tuvo de todo menos espectacularidad.
La cuarta lucha fue por el campeonato de los Estados Unidos, disputado entre Antonio Cesaro y Justin Gabriel. Este combate fue añadido al cartel de último momento. El retador al campeonato, Justin Gabriel, derrotó el pasado lunes a Cesaro en la lucha que tuvieron, y los directivos de la empresa le dieron una oportunidad para enfrentarlo en Hell in a Cell con el mencionado campeonato en juego.
La espectacular pareja enmascarada se llevó el triunfo, aunque hubiesen preferido pelear por el campeonato. / Foto: Especial |
La siguiente fue una lucha en parejas, donde Sin Cara y Rey Mysterio enfrentaron a The Prime Time Players, Titus O’Neill y Darren Young. Aunque Sin Cara fue dominado durante todo el combate, Mysterio puso el orden al ingresar al cuadrilátero y derrotar a Darren Young con su conocida movida del 619 mientras el ex Místico castigaba con una súper plancha hacia afuera del ring a Titus O’Neill, dejando a Rey el terreno libre para aplicar su famoso castigo a Young y así llevarse la victoria en Hell in a Cell.
La sexta lucha de la noche fue por el campeonato mundial pesado entre Sheamus y Big Show, quien logró dominar al campeón, dejándolo imposibilitado para defenderse. Cada vez que Sheamus lograba responder los golpes que Show le propinaba lo hacía sin cntundencia. Incluso logró conectar una “Brogue Kick”, pero le fue insuficiente y el gigante logró golpearlo en dos ocasiones con la derecha más letal de la WWE, convirtiéndose en el nuevo campeón de peso completo.
La séptima lucha fue por el campeonato de divas, en un encuentro de triple amenaza con Kaitlyn, Eve Torres y Layla. Las tres divas hicieron lo propio y la lucha estuvo muy pareja, cualquiera podría haber ganado, pero la campeona fue más lista que sus contrincantes y que aprovechó la rivalidad que surgió entre ellas durante la lucha para que se destruyeran y al final castigar con un sentón giratorio a ambas. La campeona buscaría entonces la cobertura sobre Layla y así fue como pudo salir con el campeonato en lo alto.
Ryback perdió la lucha, pero se dio el gusto de humillar por todo lo alto al todavía campeón de la WWE. / Foto: Especial |
La sorpresa fue que el árbitro proveniente de la NFL invitado específicamente para este combate ayudó a que Punk se llevara la victoria, propinándole un foul a Ryback. Ryback no se iba a quedar con los brazos cruzados y una vez terminada la lucha, castigó de fea forma al campeón- Ambos gladiadores escalaron la jaula, y en el techo de ésta, el retador castigó al campeón con un súplex levantando las manos en señal de victoria.
Tal como se había pronosticado, hubieron luchas no programadas, sorpresas, y un final “sucio”, que ya se había anunciado durante la semana. Hell in a Cell cumplió en entretener al asistente y espectador, pero falló en presentar un pago por evento de calidad.
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