Después de más de un mes sin eventos estelares, regresa la UFC con una de las peleas más esperadas durante el último año, la de Rashad Evans y Jon Jones por el campeonato de peso ligero, actualmente en posesión de Jones.
Alguna vez amigos y compañeros de gimnasio, Jones y Evans tendrán que enfrentarse por el campeonato. / Foto: UFC.com |
A pesar de contar con solo seis semanas para reponerse y prepararse entre pelea y pelea, Jones dio una soberbia exhibición, dominando a Shogun desde el principio del combate y obteniendo una victoria por knockout técnico en el tercer episodio. Como resultado de la pelea, Jones se lesionó una mano y se esperaba que necesitaría cirugía en ella. Evans era el retador en espera, pero prefirió pelear en el verano en vez de esperar a fin de año y enfrentar a Jones.
Sin embargo, Jones no se operó, optando por descanso y terapia de rehabilitación, lo que le permitió volver a pelear en septiembre, cuando realizó exitosamente su primera defensa ante Rampage Jackson. La pelea con Evans fue programada para diciembre, en el UFC 140. En esta ocasión fue una lesión persistente en el pulgar de Evans la que llevó a un cambio de planes, por lo que Jones enfrentó a Lyoto Machida en ese evento, realizando su segunda defensa exitosa del campeonato.
Pero llegó el día, y el esperado duelo entre los dos ex-compañeros de gimnasio se celebrará la noche de este sábado 21 en la Philips Arena de Atlanta, Georgia, como pelea estelar del UFC 145. Me parece que hay que seguir considerando a Jones como el gran favorito en este combate, pues a pesar de la mayor experiencia de Rashad, y de lo bien que se ha visto en sus últimas peleas, creo que la juventud, alcance y velocidad de Jones siguen siendo factores desequilibrantes incluso ante un peleador tan completo y peligroso como lo es su retador de turno.
El poco ortodoxo estilo del campeón dificulta a sus oponentes el desarrollar una estrategia sostenida, pues la capacidad de adaptación de Jones es bastante grande, tal como demostró en su pelea ante Mashida, cuando pudo sobreponerse a un buen primer round del retador para llevarse una categórica victoria por sumisión. Tomando en cuenta los estilos de ambos peleadores, veo muy difícil que el resultado vaya a quedar en manos de los jueces.
Rory McDonald tendrá una dura prueba al enfrentar a Che Mills, pero debe imponerse y continuar su desarrollo. / Foto: Especial |
Rothwell es un peleador que ha sufrido a causa de constantes lesiones. En los últimos cuatro años ha peleado apenas cinco veces, y en tres de ellas ha sufrido derrotas por knockout ante peleadores importantes (Andrei Arlovkski, Cain Velasquez y Mark Hunt), pero sigue siendo considerado como un peligroso peso completo. Por su parte, Schaub ha tenido una carrera interesante y en ascenso, pero no ha podido dar el último paso que le permita colocarse entre la élite de los pesados en la UFC, por lo que no puede permitirse desaprovechar esta oportunidad de seguir escalando posiciones.
El duelo entre McDonald y Mills ha despertado casi tantas expectativas como la pelea entre Rashad y Jones, pues enfrenta a dos de las grandes promesas de la división welter. A McDonald muchos lo empiezan ya a comparar con Georges St. Pierre, quien es su compañero de entrenamiento, y la verdas es que viéndolo pelear si existen ciertas similitudes. Mills es una reciente importación del circuito de las MMA británicas, pero su explosivo debut hace unos meses nos lleva a pensar que nos espera una gran batalla.
UFC 145 será transmitido a través de Fox Sports para América Latina y la cartelera principal inicia a las nueve de la noche, hora del centro de México, pero les recomiendo revisar la programación en su localidad.
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